Imagina una comisión gestionada por el gobierno y un lobby industrial que dictase qué páginas puedes ver y cuales no.
Imagina un gobierno que quiera ocultar algo y tenga una comisión para cerrar webs en 4 días.
Imagina la autocensura que podrá darse si antes de publicar cualquier cosa en tu página, blog o medio tienes que preguntarte si esa comisión de supervisión de internet puede venir contra ti.
¿China? ¿Cuba? ¿Irán? No: España.
Ese es el debate de la infame Ley Sinde.
Los portavoces de la industria audiovisual defienden su ley, dictada por la embajada americana por lo que hemos sabido por Wikileaks, diciendo que es solo para defender los derechos de autor. Su preocupación lógicamente es su negocio y quieren una ley que proteja sus ingresos. Me parece normal y razonable. El problema es que una vez que se aprueban las leyes y se crean los organismos de control la realidad toma vida propia. Dentro de 5 años los debates se habrán olvidado y la comisión del control de internet estará ahí ampliando funciones y buscando su razón de ser.
En 2003 por ejemplo, a raíz de la ola de solidaridad hacia EEUU, el Reino Unido aprobó en un proceso de urgencia, pasando por encima el debate social, una ley de extradición rápida para ayudar a EE.UU. a luchar contra el terrorismo. Esa ley permitía a EE.UU. pedir al Reino Unido los sospechososo de terrorismo que quisiese y estos serían despachados en un avión. Los juristas y los defensores de los derechos civiles gritaron en el Reino Unido. ¿Qué les dijeron? que no se preocupasen, que no sacasen las cosas de quicio y que "era sólo para casos de terrorismo ¿no lo entiendes?". Una vez aprobada la ley fue utilizada no sólo para justificar los infames vuelos de la CIA dónde los sospechosos son enviados por avión sin la menor protección legal, sino también para casos que no tenían absolutamente nada que ver con terrorismo como el caso del los tres de Natwest, un caso de extradición de banqueros acusados de delitos financieros a los que se les aplica una ley de extradición de terroristas que "en principio" nada tenía que ver con ellos.
Desde que el mundo es mundo la forma de recortar libertades para todos es justificar que no es a ti al que van a tocar. Es a los otros, a los malos, no te preocupes. Adormecer a la ciudadanía para que no vea como sus derechos son, poco a poco, laminados.
Cuando una ley toca derechos civiles fundamentales como los derechos de información o de libertad de expresión preocuparse por las consecuencias que esa ley tendrá no es tema de frikis y radicales. Es una obligación. La ley Sinde que quieren aprobar en España sería totalmente ilegal en EE.UU. porque su Tribunal Supremo no la aceptaría. La constitución americana defiende la libertad de expresión a capa y espada.
Entiendo perfectamente que los artistas y los directores de cine quieran tener una ley que les proteja del robo en internet de sus derechos de autor. El problema es que impedir las descargas en internet es imposible. Internet ha cambiado la realidad y esta ley no va a impedir que la gente pueda descargarse los contenidos que quiera. Es como si un arquitecto quisiera cobrar por las fotos que la gente hace de sus edificios. No se trata de estar a favor o en contra. Es imposible.
Sin ir más lejos, si el gobierno americano con toda su influencia y poder no ha sido capaz de cerrar la web de Wikileaks a pesar de negarles el dominio DNS, cortar el servicio de hosting de Amazon, cerrar sus cuentas en Paypal, etc. ¿De verdad piensan los autores que una comisión de control de internet en España va a conseguir evitar que sus películas estén disponibles en la web? La industria de la música ya pasó por aquí hace 10 años cuando cerró Napster. ¿Cual fue el resultado? Una miriada de Napsters. ¿No hemos aprendido nada en esta década?
Esta semana he intentado explicar de la mejor manera que sé estos argumentos, por una parte en una breve entrevista que me hicieron en CNN+ y por otra en un breve artículo que El País me pidió que escribiese. En principio mi artículo iba a ser parte de una serie amplia con opinión de más gente, de ahí que fuese tan breve, era una especie de contra-réplica a las 22 críticas que publicó El País de gente que se autodenomina "mundo de la cultura" pero que al final publicaron mi artículo de manera independiente.
A raíz de las primeras conversaciones con la ministra de cultura hace un año (primeras y últimas porque nunca más quisieron volver a saber más del tema) me contactaron desde el lobby de la industria para quedar a comer conmigo y tratar de "explicarme" la situación. Mi mayor sorpresa es que en el fondo reconocen que la ley es inútil. Saben que la ley no conseguirá nada. Pero quieren la ley como forma de explicar que están haciendo algo. Quieren justificarse y de paso asustar a los particulares llamándoles "piratas" esperando que así descarguen menos. Quieren aprobar una ley inútil a sabiendas de que lo es.
Al apoyar la Ley Sinde y su peligrosa comisión de control de internet los artistas no van a ver protegidos sus películas. Quizá consigan que se apruebe la ley, se cree la comisión y se cierren algunas webs en España. No cambiará nada. Habrá otras webs, probablemente no basadas en España y la gente seguirá compartiendo películas por internet hagan lo que hagan. Pero aunque la ley sea inutil en el objetivo que busca, la consecuencia real de esa ley será que todos los que vivimos y trabajamos en internet, nos dediquemos o no a la creación audiovisual, veremos que de repente hay una comisión que puede amenazarnos con cerrar nuestras webs. A los cineastas que un día se vieron perseguidos por la infame comisión de actividades anti-americanas del senador McCarthy les daría vergüenza ver a gente del cine haciendo ahora que un gobierno cree hoy otra comisión de control.
El gobierno ha manifestado que seguirá adelante en su empeño por sacar adelante esta ley inútil que no beneficia a nadie y que perjudica a todos (autores y artistas incluidos). ¿Qué ocurrirá si finalmente la ley se aprueba y sale adelante? Las descargas seguirán igualmente pero los artistas habrán desperdiciado la credibilidad social que tenían en una batalla inútil sin conseguir nada a cambio. El subvencionado cine español habrá dado otro paso más que lo aleja y distancia de su público natural, volviéndose cada vez más clientelista del Estado. España será un mal país para empezar negocios de internet, si puedes elegir ¿prefieres crear tu web en un país dónde te puedan cerrar la web en 4 días?
Cuando me preguntan qué es lo que habría que hacer no puedo evitar pensar como un hombre de negocios. Ante un problema semejante lo que yo haría es aceptar la realidad, no esconder la cabeza y reconocer que no queda más remedio que buscar soluciones empresariales de negocio.
Si hay millones de personas queriendo ver películas por internet ¿Como me aseguro que puedan encontrar mi película en internet fácilmente y verla en buena calidad, en su idioma, con buenos subtítulos, cuando quieran y a un precio atractivo? Esa es la pregunta.
Escribo esto desde mi casa en Avila a casi cero grados, con frío y nieve. ¿De verdad esperan que salga de casa y vaya a una hora concreta a una sala que queda lejos a ver una película?
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