Hoy hace cinco años escribí el primer post de mi blog, lo hice como un experimento, por probar si podía configurar sin ayuda un editor y por saber de qué iba eso de los blogs. Nunca pensé que fuese a ser capaz de mantenerme interesado durante tanto tiempo. En estos cinco años he escrito casi 500 posts. Gracias a todos los que me habéis dedicado algo de vuestra atención en estos años.
Por hacer algo especial he pensado en comentar cinco cosas que me han funcionado. No tienen porqué funcionar para todo el mundo, pero ahí van:
No hablar del blog. Este post es el primero que hago sobre el propio blog, como excepción. Me extrañan los medios que hablan de su propia difusión y leer un blog que habla de sí mismo siempre me parece algo raro, como de día de la marmota.
No quejarme de una mala experiencia personal. Es tentador aquello de vengarte de un mal servicio comentando el retraso que tuviste en un vuelo o lo que te pasó con el call center de una operadora pero ¿de qué sirve? son experiencias que todos tenemos.
Aportar algo nuevo. Cuando escribo un post lo hago para compartir algo que he aprendido o discutir una idea generalizada pero falsa. Si alguien ya lo ha dicho o un medio ya lo ha escrito antes prefiero simplemente enlazarles o retuitearles. El nivel de ruido y redundancia en la web es tan gigantesco que a menos que tengas algo nuevo que decir mejor no digas nada.
Si es una idea corta escribo un tweet. Si es más larga, un post. Esa es mi regla básica. En la discusión entre conceptistas y culteranos yo habría sido conceptista, sin dudar. Los autores de libros de negocios suelen escribir un artículo cuando tienen una idea y un libro cuando tienen un artículo. Yo prefiero hacer lo contrario. Si puede meter la idea en 140 caracteres en mi twitter lo hago ahí. Sólo cuando ya he luchado un rato por decirlo en un tweet y no me cabe... hago el post. Pero incluso cuando hago el post procuro hacerlo lo más corto y al grano posible, por no aburrir.
Siempre hay alguien que piensa justo lo contrario que tú. Digas lo que digas. No vale la pena tomarse a pecho nada de lo que te digan. Para tener un blog tienes que tener piel de elefante. Ya sabes... Don't feed the troll. A la hora de gestionar los comentarios prefiero no moderarlos previamente. Cualquiera puede escribir lo que quiera. Borro los que se meten conmigo a nivel personal y dejo los que aportan algo. Los que critican mis ideas los dejo, los que me critican a mí los borro.
Gracias también a Typepad, la herramienta que he usado desde el primer día para editar el blog. No he tenido nunca una caída. Borran el spam. No he tenido que migrar mis contenidos. Ha sido fácil gestionar yo mismo el blog sin ayuda técnica (sí, ya sé que la mayoría utiliza Wordpress pero personalmente prefiero Typepad)
El diseño del blog es prácticamente el mismo que el primer día, salvo la foto de la cabecera que la cambié recientemente cuando un tipo me dijo que era mucho más mayor de lo que aparentaba en la foto. Si tienes idea de montar un blog yo te animaría. No es tan complicado. Si puedes usa tu nombre como nombre de dominio, que al final es como te conocerán. No tengas miedo a mezclar distintos temas. Al final, como en todo, lo importante de un blog no es tener el mejor diseño ni usar la última tecnología sino aportar algún contenido interesante. ¡Gracias a todos los que andáis por aquí!
¡HOYGAN! Aquí se censura.