Nadie lo sabe con certeza. El sector inmobiliario es uno de los principales segmentos de nuestra economía y sin embargo la información y los ratios básicos son difíciles de obtener. Es evidente que en España tenemos un problema con el enorme número de viviendas vacías sin vender que creó la burbuja inmobiliaria y dejó en manos de los bancos. Hay muchas promociones de obra nueva sin vender financiadas en tiempos de bonanza por las cajas y que ahora lastran las cuentas del sistema financiero y toda nuestra economía. Pero para poder entender el problema es necesario dimensionarlo correctamente.
Para empezar mucha gente confunde el dato de viviendas vacías con el stock de viviendas en venta. No tiene nada que ver. Una vivienda vacía es donde no vive nadie, pero no necesariamente está en venta. Puede estar en venta, en alquiler o fuera del mercado. Igualmente una vivienda en venta puede estar vacía o no. Que una vivienda esté vacía no significa que esté en venta y viceversa.
Pero también la definición de vivienda vacía es un concepto complejo. ¿Qué significa? El INE computa como vivienda vacía las casas de pueblo abandonadas ¿Es eso lo que la gente tiene en la cabeza al pensar en viviendas vacías? ¿El hecho de que ahí hubiese una vivienda hace 50 años y aún se pueda entrar por la puerta lo convierte en una vivienda vacía? El INE en su clasificación dice que sí. De hecho no distingue entre vivienda vacía y abandonada. Son el mismo epígrafe
Los últimos datos disponibles del INE que conocemos son los del Censo de 2001, Según aquellos datos en España había en aquel momento casi 21 millones de viviendas, de las cuales el INE clasificaba como vacías o abandonadas algo más de 3 millones, casi un 15%. Pero al rascar los datos llamaba la atención que el 62% de las viviendas vacías o abandonadas estaban en municipios de menos de 50.000 habitantes. Pueblos. Además, del total de viviendas vacías una tercera parte tenía más de 40 años, son viviendas construidas antes de 1960. Basta darse una vuelta por idealista para ver algunas de las viviendas en venta vacías o abandonadas en zonas rurales.
¿Cuántas casas podía realmente haber vacías, pero habitables, en España en 2001 disponibles para que una familia viviese en ellas? Nadie lo sabe. Mi intuición es que quizá la mitad de las viviendas vacías o abandonadas que decía el INE, en torno a 1,5 millones y de ellas quizá sólo 1 millón en municipios de más de 50.000 habitantes. Lo que el dato del INE reflejaba no es que hubiese muchas casas vacías en España sino que nuestro país había vivido un gran éxodo rural en la segunda mitad del s.XX y eso había dejado un gran número de viviendas abandonadas en páramos rurales.
Este año se está preparando el nuevo censo 2011 del que empezaremos a saber los datos a finales de año, aunque para conocer los datos de vivienda del nuevo censo habrá que esperar al segundo trimestre de 2013. Un cambio importantísimo es que, mientras el censo de 2001 fue universal, es decir, en teoría se preguntó a todo el mundo, hogar por hogar, el censo de 2011 es con un muestreo de 3 millones de viviendas. Los datos no serán del todo comparables. Pero además hay un sesgo metodológico que tiende a inflar el número de viviendas vacías o desocupadas. Hay que entender ese sesgo.
Cuando el Ministerio de Trabajo dice que hay 4.615.269 parados, son contados uno a uno, cada uno con su DNI, nombre y apellidos. Ese dato es muy fiable. Pero cuando se dice que hay X millones de viviendas vacías, es una extrapolación. Nadie ha contado ni tiene identificadas esas viviendas ni sabe dónde están. Se hace un estudio y se asume que el resto de España es igual. ¿Cómo se hace el estudio? Preguntando vivienda a vivienda y, cuando no se sabe algo de un hogar, el investigador trata de preguntar a los vecinos. ¿Y si nadie sabe nada o el investigador está al final de su jornada y está cansado? Se marca la casilla de vivienda vacía y tira pa'lante. Eso hace que todas las viviendas vacías o abandonadas efectivamente se clasifiquen en la casilla correcta pero no se pueda decir lo contrario. No todas las que se clasifican como vacías o abandonadas efectivamente lo son. Preguntar si una vivienda está vacía es un claro ejemplo de "prueba negativa". Se puede saber que una vivienda está ocupada porque quién vive ahí te lo dice, pero asumir que porque nadie te dice nada está vacía... es un salto de la inteligencia, salvo que, efectivamente, esté en ruina.
Evidentemente uno de los cambios sociológicos más importantes que ha vivido España en esta década es la incorporación de millones de mujeres al mercado laboral, por lo que cuando los encuestadores del INE llegan a muchos hogares se encuentran muchísimas más casas en las que, en el momento de llamar al timbre, no abre nadie. ¿Cómo se computan esas viviendas? ¿Aportará eso un gran aumento del censo de viviendas vacías o abandonadas de 2001 a 2011? Eso ya depende de la profesionalidad y del esfuerzo de investigación que haga el encuestador hogar a hogar y de los sistemas de control de calidad de la investigación del INE. Al final, la casilla de vivienda vacía o abandonada en realidad también significa "o de la que no hemos podido averiguar nada", un cajón de "misceláneo" en la que caerán todo tipo de situaciones.
En enero de este año El País publicó que podía haber hasta 6 millones de viviendas vacías en España según rumores sobre el nuevo censo, sin citar ninguna fuente y explicando que el dato provenía de "algunas fuentes consultadas", sin dar más detalles. Tampoco explicó que una parte de las viviendas vacías son en realidad ruinas abandonadas. Aquella noticia fue recogida por idealista citando a la fuente en El País y recogiendo en el titular erróneamente el dato de los 6 millones, un titular que recientemente hemos corregido al percatarnos del error del título.
Lo malo de esa cifra sorprendente de "6 millones de viviendas vacías en España" es que ha saltado de ser un rumor sobre análisis estadísticos a parecer un número cierto, sin mayores consideraciones. Algo que un político puede citar en televisión dándolo como dato evidente, sin serlo. No es grave equivocarse hablando de un tema del que, al fin y al cabo, no se es un experto, pero sí insistir en dar esos números a sabiendas que son sólo un rumor y que pueden ser en realidad incorrectos. Habrá que esperar a conocer el detalle de los números del INE y su metodología para saber en realidad cuántas viviendas vacías hay en España según sus estimaciones. Esos datos tendrán mayor o menor credibilidad en la medida que la metodología haya sabido superar los problemas de recogida de datos.
Más datos, gráficos y análisis sobre el censo y las viviendas vacías en idealista.com