La historia de la brutal, súbita y despiadada caída de Lord Browne esta semana me ha dejado impresionado. Ha salido en prácticamente todos los medios financieros del mundo, en España, El País también lo publicó.
La historia de cómo un jóven chapero canadiense de 25 años conoce por internet al consejero delegado de BP, la cuarta empresa más grande del mundo, comparte con él 4 años de vida de lujo, fiestas, glamour, jets privados y hasta cenas privadas con Tony Blair, para acabar vendiendo su historia a los tabloides, hundiendo la vida de su ex-pareja, me parece que tiene todos los ingredientes de una película de Hollywood, un drama griego o una triste historia de hipocresía social y doble moral victoriana. Comentándolo en casa con Dani nos ha parecido el final más triste que uno puede imaginarse para dos personas adultas que se han querido.
El Daily Mail ha publicado su parte de la historia, las declaraciones de Lord Browne, detalles sobre la página web dónde Lord Browne conoció a Jeff Chevalier y ha publicado esta foto de los dos, uno supone que en tiempos más felices para ambos:
La orientación sexual de Lord Browne no era conocida salvo en su circulo más íntimo. A su edad se ha visto forzado a salir del armario públicamente de la peor manera posible. Ni siquiera ha contado con el apoyo de los colectivos gays que no se sienten en deuda con alguién que no había manifestado nunca su orientación. Parece que los que antes eran cercanos socios del mundo empresarial ahora le abandonan. Después de una vida de trabajo, Lord Browne está más solo que nunca.
El mismo día que El País publicó el artículo sobre la caída de Lord Browne, publicó otro artículo con el escalofriante dato de que sólo el 15% de los gays en España han salido del armario en su trabajo. Me hizo reflexionar sobre la triste situación de miles de personas en sus puestos de trabajo. Siempre he pensado que ocultar tu identidad no te protege de nada, todo lo contrario, te expone al ridículo, la extorsión y la vergüenza. Conozco a varios hombres de negocios en puestos de responsabilidad, de una generación mayor a la mía, que podrían correr la misma suerte que ha sufrido Lord Browne por no haber salido del armario.
No dejo de preguntarme ¿Le habría pasado lo mismo a Lord Browne si en vez de una relación gay hubiese sido heterosexual?, ¿Habría estallado este escándalo con la misma virulencia? ¿Se habría visto Lord Browne forzado a mentir sobre cómo se conocieron? ¿Habrían tomado los jueces la misma decisión?