Quizá el momento más duro que he tenido en mi vida como emprendedor, y he tenido bastantes, fue en el verano de 1999. Volviendo de un viaje a Varsovia como consultor, en el avión, decidí que iba a lanzarme a montar, como fuese, lo que hoy es idealista.com. No fue un momento fácil. Fue una decisión en completa soledad. Sentí un enorme peso en el estómago, incluso me temblaban las manos al darme cuenta del riesgo que iba a correr. Sin dinero, sin socios, sin una idea clara y con mucho que perder. Hoy creo que si me hubiese parado a tomar la decisión friamente, considerando los pros y los contras, los costes y el sufrimiento, la decisión más racional, aquella como resultado de un desapasionado análisis de posibilidades, riesgos y beneficios, habría sido continuar mi carrera como consultor.
Hay decisiones en la vida que pueden salir muy bien y sin embargo, si consideras los riesgos que tomaste, fueron tal vez decisiones mal tomadas. Como jugar a la ruleta rusa. Si juegas a la ruleta rusa lo más probable es que salgas ileso, pero la probabilidad de que el cargador contenga una bala hace que la decisión, no importe cual sea el premio, esté mal tomada. El hecho de que una decisión te haya reportado un beneficio no significa que la decisión estuviese bien tomada.
Keynes tenía una forma poética de expresar esta idea:
<<...a large proportion of our positive activities depend on spontaneous optimism rather than mathematical expectations, whether moral or hedonistic or economic. Most, probably, of our decisions to do something positive, the full consequences of which will be drawn out over many days to come, can only be taken as the result of animal spirits - a spontaneous urge to action rather than inaction, and not as the outcome of a weighted average of quantitative benefits multiplied by quantitative probabilities...>>
<<...una gran parte de nuestras actividades depende más del optimismo espontáneo que de las expectativas matemáticas, ya sean en aspectos morales, hedonistas o económicos. Probablemente la mayoría de nuestras decisiones de hacer algo cuyas consecuencias se verán después de muchos días sólo pueden ser tomadas como resultado del espíritu animal - una necesidad espontánea de acción frente a la inacción, y no el resultado de la media de los beneficios cuantitativos por sus probabilidades...>>
"Animal Spirits", la fuerza o la esencia animal que tenemos dentro, el instinto de supervivencia, el optimismo sin base en hechos, es la base irracional sobre la que Keynes basaba el espíritu emprendedor. Según Keynes los emprendedores no empiezan negocios basándose en el análisis cuidadoso de flujos de caja sino llevados de una ceguera que les impide ver los riesgos:
<<...the thought of ultimate loss which often overtakes pioneers, as experience undoubtedly tells us and them, is put aside as a healthy man puts aside the expectation of death...>>
<<...la idea de pérdida completa que a menudo acontece a los pioneros, como la experiencia sin duda nos enseña a nosotros y a ellos, es dejada a un lado de igual forma que un hombre sano deja a un lado la idea de la muerte...>>
Quizá ahí radica el principal desafío para todo emprendedor: lanzarse a montar una empresa suele ser a menudo una decisión personal de tal riesgo que resulta difícil justificarla de modo racional. Sólo desde un punto de vista irracional puede llegar a entenderse porqué muchos nos lanzamos a montar una empresa a sabiendas de los riesgos que corremos. La gente racional y sensata, la que echa bien los números, no suele ser la que monta empresas. Sus padres, novios, hermanos y compañeros se lo quitan de la cabeza con la mejor voluntad. Por eso un buen número de grandes empresas fueron montadas por gente sin educación ni trabajo, con una mano delante y otra detrás. Gente con una carretilla. Para ellos era más fácil: no tenían nada que perder. También así se explica el elevado número de fracasos empresariales de la gente que empieza un negocio. Uno de las preguntas más interesantes es porqué la gente emprendedora es emprendedora, incluso a sabiendas de los enormes riesgos a los que se enfrentan.
Me recuerdan aquellas fotos de la escolarización que sufrieron, con gran violencia, niños nativos americanos del s.XIX y comienzos del s.XX. Arrancados a sus familias un enorme número de niños fue escolarizado para "educarlos". Se hicieron fotos de estos grupos de niños "antes" y "después" del proceso educativo occidentalizador. Un ejemplo:
El mismo grupo, unos años después:
Cuando miro estas fotos que unas autoridades racistas hicieron para demostrar el estado "salvaje" anterior y el estado "civilizado" posterior yo veo justo lo contrario. La dignidad y la libertad fueron sustuidas por inseguridad y desarraigo.
Antes de estudiar finanzas y empresariales mucha gente puede tener la autoconfianza de arriesgarse para tratar de comerse el mundo. Después de años de estudio y esfuerzo para conseguir un puesto directivo bien remunerado, se vuelve cada vez más y más difícil recuperar la libertad y la inocencia de tirarse al monte a montar algo. Los riesgos de repente de hacen mucho más visibles. Aunque los conocimientos y la preparación aumente, el riesgo de perder lo conseguido hace difícil el cambio de rumbo.
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