"Sucio capitalista", "ratas especuladoras", "basura de persona", "miserable especulador", "vete a la mierda, payaso", "panda de buitres". Con estas lindezas y muchísimas más de igual talante me desperté el 19 de marzo de 2018 a raíz del artículo publicado en El Confidencial por Analía Plaza que finalmente la Justicia ha confirmado que era falso.
Desde aquel día la lluvia de insultos no ha cesado en ningún momento. Han sido 4 años en los que pasé de ser un emprendedor de tecnología a ser la piñata a odiar por los colectivos anti-sistema, las plataformas de okupación y la extrema izquierda, siendo repetidamente insultado y vilipendiado en redes sociales y hasta en el parlamento. La prueba de cargo en todos estos ataques terminaba siempre siendo, ineludiblemente, el artículo de El Confidencial.
Ahora, casi cuatro años después, finalmente la Justicia me ha dado plenamente la razón demostrando que aquel cúmulo de mentiras era falso.
Como elegantemente confirma la jueza en la sentencia "las pruebas han demostrado, en opinión de esta juzgadora, que el artículo litigioso contenía datos objetivamente inveraces" y "la información objetiva presentada en el artículo era errónea". La sentencia no sólo confirma que el artículo era falso, es que además, en el juicio presencial que tuvimos "Preguntada Doña Analía sobre este extremo, declaró que no indagó mucho".
La sentencia condena a El Confidencial a eliminar el artículo de sus servidores y publicar en su portada la sentencia durante 24 horas. El Confidencial y Analía Plaza, deberán, además, publicar en sus redes sociales la sentencia y tendrán que indemnizarnos con 15.000 euros.
El Confidencial y Analía Plaza pueden retrasar todavía la ejecución de la sentencia recurriendo al Tribunal Supremo, el proceso aún puede extenderse años. Por mucho que lo retrasen no me cabe duda que el resultado final será el mismo. Ha quedado demostrado que el artículo es falso por mucho que recurran.
En estos años he tenido que leer tantos insultos en mi Twitter que al final he tenido que bloquear más de 17.000 cuentas. Finalmente tuve que abandonar mi presencia en redes sociales.
Asusta pensar cómo la imagen pública de una persona puede dañarse de esta manera tan brutal. Las mentiras volcadas en el artículo quedarán en la cabeza de mucha gente que no se enterará nunca que todo era falso ni leerán esta sentencia.
Para Analía Plaza aquel fue un artículo más de una mañana más. Un artículo para el que además "no indagó mucho". Para mi fue un artículo que marcó un antes y un después.
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Update 2 enero 2025
Finalmente, casi 7 años después de que se publicase el artículo y 3 años después de la sentencia, el Tribunal Supremo ha desestimado todos los intentos de El Confidencial de retrasar la ejecución y confirma que el artículo era mentira. Pero ya da igual... 7 años después ¿a quien le importa?
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