Desde que el mundo es mundo las crisis de deuda pública siempre acaban igual: con los ahorradores y/o prestamistas ahorcados, decapitados, incautados de sus bienes, enviados al exilio o desposeídos de sus ahorros mediante hiper-inflación.
Ya ocurrió con la orden del Temple, el gran sistema financiero de la Europa medieval, descabezado el viernes 13 de octubre de 1307 para confiscar todos sus bienes, o Enrique VIII confiscando los bienes de la iglesia en Inglaterra para deshacerse de sus deudas.
El verano pasado de viaje por Italia pasé por Villa Torrigiani, cerca de Luca. Una villa preciosa que pertenecía a una familia local de mercaderes de gran fortuna del s. XVII. Perdieron todo cuando el rey de Francia decidió no pagar sus deudas. De un plumazo. Pensaban que tenían sus ahorros en el activo más seguro y de repente no tienen nada. ¿Quién podía imaginarse que la corona francesa iba a renunciar a sus deudas? Todo lo que parece sólido y seguro puede esfumarse como una bocanada de humo en la noche.
La hiper inflación es otro ejemplo de hacer lo mismo. El emisor de moda simplemente imprime papel para deshacerse de sus deudas. Todo el que tenía algún ahorro en la Alemania de los 20s, lo perdió. Ahora, de manera elegante, se llama Quantitative Easing.
Lo curioso de estos procesos de impago, re-estructuración de deudas e inflación es que son procesos de años, marcados por algunos momentos de campanazos. La situación cambia en unos años hasta volverse irreconocible, pero no hay un único día que marque un antes y un después.
¿Puede un país salir de una situación de alto endeudamiento a base de crecimiento?
En un estudio de Reinhart, Rogoff y Savastano de 2003 analizaron todos los países emergentes que habían conseguido reducir su deuda un 25% de su PIB entre 1970 y 2000. De los 53 países que lo habían conseguido tan sólo 1 lo había conseguido a base de crecemiento del PIB (el pequeño territorio africano de Swazilandia en 1985). Los países simplemente no consiguen reducir sus deudas a base de crecimiento. Las deudas se reducen por impago, por hiperinflación o, de manera excepcional, pagando las deudas de manera dolorosa (como hizo Ceausescu en Rumanía que condenó a su país a la miseria para pagar los 9B$ de deuda que tenía en los 80s). ¿Qué hará Europa ahora? ¿Impagar, Inflación o Dolor?
Malos tiempos para los ahorradores.
Desde el inicio de la crisis siempre he apostado por la alta inflación, eso si, controlada, como mecanismo para diluir las deudas de forma, como bien dices, elegante. Me parece la medida más razonable, pero en Europa ya sabemos la "agilidad" y "libertad" con la que se mueve el BCE, que con su rigidez no miran más allá de lo que dictan las normas ortodoxas para el control de los precios.
La Fed lo ha usado para "salir" de forma relativamente rápida de las 2 últimas crisis, aunque es muy probable que la 2ª fuera provocada por el exceso de liquidez inyectada para resolver la 1ª, eso dicen... algo influyó.
A la pregunta, ¿Qué hará Europa ahora?, me temo que va a ser DOLOR, por la rigidez de las instituciones, la lentitud en la toma de decisiones, la poca cintura y visión que tienen, especialmente el BCE, que ya con la crisis encima (julio 2008) no se le ocurre otra cosa que subir los tipos de interés hasta el 4,25%, para la "estabilidad de los precios" dicen, mientras que la Fed los bajaba a toda máquina, quedando en 0,25% en dic 2008 para no entrar en recesión, visiones totalmente diferentes. Para mi lo del BCE fue el toque final para entrar de lleno en la crisis, y es que no se puede conducir mirando sólo hacia atrás.
Saludos.
Publicado por: Clemente | martes, abril 09, 2013 en 11:40
la crisis de la deuda parece estar extendiéndose al resto del mundo! una pena
Publicado por: Dionne Tidey | viernes, abril 12, 2013 en 13:28
Sinceramente lo que vengo viendo desde el día en que llegue a radicarme en Europa, es que aquí se vive una realidad ficticia desde todas las ópticas posibles, se critican políticas de países emergentes, pero la contradicción en todo eso es que justamente se los llama "emergentes" porque están en ascenso. Se puede estar mas o menos a favor o mas o menos en contra de dichas políticas, pero de ninguna manera se debería estar totalmente en contra.
Cuando una persona tiene una deuda, legalmente tiene tres opciones: no pagar y asumir las consecuencias, renegociar plazos y/o quitas para luego pagar o ser extremadamente creativos, sin embargo aquí en Europa y en España más precisamente, no se encaran ningunas de las dos últimas y para colmo no se asumen las consecuencias, total...paga el ciudadano.
Publicado por: Salvador | martes, abril 30, 2013 en 11:04
Durante muchos años todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, contrayendo deudas que algún día sabíamos que tocaría devolver, pero como había trabajo y ganábamos para pagar lo corriente no nos preocupaban...
Ahora en cuando se ha acabado el chollo, no hay trabajo y el dinero no llega, son todo lamentaciones...
Las clases medias asumirán el peso de las reformas y de la crisis.
Publicado por: Javier Toboada Fernandez | miércoles, mayo 01, 2013 en 13:23