Al ver la entrevista que hicieron al Rey por su cumpleaños no paraba de fijarme en la silla que usaba. Parecía claramente una Aluminium Group de Charles & Ray Eames, una silla icónica del diseño del s.XX, diseñada en su versión original en 1958 y adaptada para tener un asiento más mullido en 1969, con la versión SoftPad. Los Eames son quizá los diseñadores industriales más respetados del siglo XX y esta silla es todo un icono del diseño americano de la postguerra.
Pero lo que me inquietaba en las sillas que el Rey tiene en su despacho es que parecían tener muchos feos detalles. Aparte que el rey se sentaba en una silla más alta que Jesús Hermida, las curvas no parecían correctas, el mango regulador parecía demasiado feo, la unión de la tela al aluminio parecía mal acabada. ¿Podría ser que el Rey en su despacho tenga sillas de imitación? Puedo parecer superficial pero me resultaba difícil concentrarme en su discurso cada vez que salían imágenes de las sillas.
El diseño de los Eames está licenciado a dos fabricantes que mantienen el diseño original y los derechos de producción, Vitra para Europa y Herman Miller para Estados Unidos. Sólo estos dos fabricantes mantienen la integridad del diseño y los materiales, aunque al ser una silla tan conocida tiene multitud de copias falsas fabricadas por todo tipo de fabricantes por medio mundo sin licencia.
¿Es posible que en el despacho del Rey usen sillas falsas imitación de las originales? Pues sí. Hay muchos detalles que lo revelan, pero uno fácil de ver es el apoyabrazos, por ejemplo. Las originales tienen un apoyabrazos que completa la linea de la silla, las de imitación ahorran material dejando el apoyabrazos a la mitad.
Supongo que puede ser un detalle sin importancia. Incluso una forma de ahorrar. Las originales valen miles de euros, las de imitación sólo una fracción. Quizá sea una forma de ahorrar pero creo que en el despacho del jefe del Estado no debería haber diseño falso. No me imagino por ejemplo que en la cancillería alemana, donde también usan estas sillas (foto de debajo), las comprasen falsas por ahorrarse unos durillos.
Para la próxima ocasión mi consejo a los asesores de imagen de la Casa Real es que utilicen sillas de fabricantes originales que tengan los derechos de reproducción del diseño, ya puestos también aconsejaría que, por el carácter representativo que tiene el despacho, utilicen mobiliario de diseño español.
Encima es to penca y hortera... Y tima rico tonto. El impuesto del idiota como lo de los cupones de lotería. Impuesto para ricos tontos.
Publicado por: Ivan De la Jara | domingo, enero 06, 2013 en 18:46
Jesús, me parece muy apropiado este post. Me parece vergonzoso que en el despacho del Rey haya copias de la silla de los Eames, pero por desgracia no es un caso aislado. En museos como el Princesa Sofía también puedes encontrar copias la clásica silla de Jacobsen, al igual que en multitud de espacios públicos y privados. Si bién es cierto que hay una legislación que en teoría proteje los diseños originales, es tan difícil conseguir la protección efectiva del derecho que pasa a ser inefectiva. Es necesaria una apuesta decidida para garantizar la protección de la propiedad industrial e intelectual. Si no lo hacemos, la creatividad dejará de ser rentable, nos estancaremos y caeremos en manos de la mediocridad.
Publicado por: Joanmmiro | domingo, enero 06, 2013 en 21:26
Francamente, con la que está cayendo, me resulta increíble que nos fijemos en estos detalles...
Publicado por: Jorgegordo | martes, enero 08, 2013 en 11:37
Cuando en un concurso para una compra valora por encima de todo el precio, pues ya me contarán. Y es algo que no es de ahora.
Y "jorgegordo" con la que está cayendo, deberían comprar sillas de diseño y fabricación españolas, así se sale de una crisis, potenciando el consumo interior. Moviendo el dinero dentro, sin que salga nada fuera. Por ahí circula un chiste de 50 € que permite cobrar (y pagar) las deudas de un barrio entero.
Consumo interior y exportación.
Suerte a todos en 2013.
Publicado por: Imansl | martes, enero 08, 2013 en 17:18
Qué lince! En efecto...
Sinceramente, me ha chocado bastante que incluso a la Casa del Rey (o al atrezzo de RTVE) les den gato por liebre.
Pero no sé, casi sin querer, se me ocurre otra maldad: Y no será que quien adquirió las sillas, las mandó facturar a precio "Vitra" pagándolas a precio "made in taller X", embolsándose así la sustanciosa diferencia...
Desgraciadamente, las adquisiciones públicas se prestan a este tipo de fraudes.
Este tipo de detalles no son superficiales, sino reveladores... ¿Habremos tocado fondo?
P.S. En decoesferapuntocom citan este post de Jesús y leo que la casa Vitra es italiana. Se trata sin embargo de una empresa con sede en Suiza.
Publicado por: Patricia D.M. Cossío | viernes, enero 11, 2013 en 15:19
Interesantes observaciones
Publicado por: Anekka2 | miércoles, enero 16, 2013 en 00:34
Me gusta esa forma de mirar, la que permite ver el detalle. Analizar la escenografía. Partir de lo más pequeño para poder explicar lo más grande. Nos parece más importante aparentar que cuidar los detalles. Jesús ¿es mucho pedirte? que le echaras un vistazo a nuestra tienda de naranjas y nos dieras tu opinión. www.naranpalma.com. Creo que ese concepto, que se note la autenticidad, la verdad en la comunicación, es cada vez más importante. También puede que este ganando el artificio. Entonces no he dicho nada.
Publicado por: Simón Egea | miércoles, febrero 06, 2013 en 08:33