Salir del armario es una habilidad que adquieres con la práctica, como montar en bici. Al principio te caes, te haces daño, te sientes torpe. Después lo disfrutas y parece increíble que en el pasado lo vieses como algo difícil e insuperable.
Mi conversación más difícil fue con mi madre. Una buena mujer de Avila de toda la vida que en aquel momento tenía 70 años, católica practicante. Ella jamás había tenido ningún contacto con el mundo gay. Aquella conversación no fue fácil. Con todos los tópicos que cabría esperar. ¿Cómo me haces esto?, ¿Dios mío en qué me equivoqué?, ¿De quién fue la culpa?. Hoy mi madre conoce y quiere a Daniel. Nos trata con cariño. En abril vino a nuestra boda donde estuvo riéndose, a sus 82 años, con las bromas de todos nuestros amigos. No habría disfrutado mi vida igual sin haber podido compartir con ella todos estos años.
Salir del armario fue una de las decisiones más difíciles y a la vez más satisfactorias que he tomado en mi vida. No podría imaginarme mi relación con mi familia, amigos y compañeros de trabajo fingiendo ser otra persona. Por muy difícil que sea salir del armario siempre es más duro, difícil y triste tener que ocultar tu vida o andar preocupándose por quién sabe qué. No conozco ningún amigo que piense que le gustaría estar un poco más dentro del armario o que se arrepienta de haber salido del armario.
Mis consejos para salir del armario son
Haz prácticas. Como todo, es más fácil cuanto más lo haces. Cada vez que sales del armario hace la siguiente más fácil. Si empiezas por situaciones cómodas, con amigos que te conocen y te quieren, hace más fácil salir del armario las siguientes veces.
No salgas del armario en un bronca. Mucha gente le dice a su familia que es gay en una situación tensa, en medio de reproches, en una explosión de sinceridad, caretas fuera, la casa por la ventana. No es lo mejor. Más fácil intentar buscar una ocasión tranquila, sin stress, en la que decir "algo importante". Si buscas la ocasión y anticipas que quieres decir algo importante para ti, la gente puede prepararse y controlar su reacción. Las primeras palabras que puedes oír pueden ser muy dolorosas, si además estás en mitad de una discusión por otro tema, todo puede estallar.
Disculpa todo lo que te digan. Cuando le dices a tu familia que eres gay puede haber todo tipo de reacciones. Ojalá positivas, pero quizá también negativas. No tengas en cuenta nada de lo que te digan. No son ellos. Es como la niña de El Exorcista poseída por una fuerza oscura soltando espumarajos por la boca. No son ellos los que hablan, es el miedo, la homofobia interiorizada de muchos años, la reacción ante lo desconocido. Lo importante en ese momento es demostrar que sigues siendo tú, que eres el de siempre, que les quieres y que vas a intentar superar con ellos esa situación que a ellos les parece el fin del mundo.
Explíca lo que significa. Tú sabes lo que significa ser gay, tus padres normalmente no lo saben o tienen ideas y prejuicios equivocados. Muchas veces tienen preguntas en la cabeza que ni se atreven a verbalizar porque les da miedo la respuesta (¿tienes sida? ¿abusó alguien de ti de pequeño? ¿te vistes de mujer? ¿se lo has dicho a la tía pepita?). Prepárate para dar una charla, no para un diálogo, eres tú quién tiene que llevar la conversación y entregar toda la información posible para que los que te escuchan sepan digerir lo que les estás diciendo. Es casi como si les hicieses un powepoint que tienes en la cabeza. Responde a las preguntas que tienen en su cabeza aunque ellos no las formulen.
En los siguientes meses sigue sacando el tema. Mucha gente sale del armario, lo dice en casa y jamás de los jamases vuelve a hablarlo. Un manto de silencio cubre las conversaciones. Gran error. Salir del armario sirve precisamente para integrar en tu vida a tus seres queridos, para demoler muros de silencio, si sales del armario y nunca vuelve a salir el tema, ese "secreto" acaba siendo un gran agujero negro que se traga todas las conversaciones y la intimidad. Tienes que salir del armario de manera casual una y otra vez. Comentar si has conocido a un chico, si fuiste al orgullo, si viste una película que te gustó porque salía un personaje gay, etc. Mi madre durante años me pedía que no lo comentase, pero la insistencia en tratar con normalidad lo que ella pensaba que no era normal es lo que finalmente lo convirtió en normal.
Díselo a todos. No hay un sólo armario sino muchos. Amigos, familia, compañeros de trabajo. Incluso dentro de la familia a veces lo sabe la madre pero no el padre, o unos hermanos sí y otros no. La vida es una sucesión de armarios, secretos que hay que revelar, verdades que aceptar. La mejor forma de vivir es cuando no tienes que andar pensando quién lo sabe y quién no, sólo así puedes vivir concentrándote en lo que realmente importa: tu trabajo, tu salud, tu familia, tus amigos, etc. Igual que tus compañeros de trabajo pueden comentar qué hicieron su fin de semana o que llevan sus niños al médico tú también puedes hacer lo mismo. La gente no va por ahí diciendo "soy heterosexual" porque no lo necesita, se asume que es así y todo el lenguaje y la vida diaria les permite múltiples ocasiones de reafirmarlo ("ayer fui al cine con mi novia"). Pero si eres gay en algún momento tienes que asumirlo como normal también en el trabajo y tu vida diaria. No hacerlo te aleja de tus compañeros y te vuelve una persona distante. La gente es mucho más tolerante de lo que nos creemos y respeta mucho más a alguien fuera del armario que a un gay en el armario.
Échale guasa. Desdramatizar y tomarse la vida a broma es la mejor receta para vivir jovial muchos años. Si alguien se tira al drama y los llantos, no te dejes arrastrar, échale humor y alegría a la vida. Que los demás se tomen algo a la tremenda no es motivo para que tú hagas lo mismo. En las peores situaciones un buen chiste puede cambiarlo todo.
Posts relacionados:
- 7 falacias sobre la homofobia
- La familia tradicional, un invento de nuestros días
- Todos mis posts sobre temática LGTB
Me siento tan identificado! Es exactamente como pienso. La actitud que uno tiene ante la vida y ante este tema en particular, marca mucho las reacciones que puede tener la gente y tus seres queridos.
A veces somos nosotr@s quienes provocamos situaciones incomodas y violentas, con nuestra actitud y forma de presentarlo. Un secreto: NORMALIDAD. ;)
Publicado por: Quino_merino | jueves, junio 28, 2012 en 11:56
Sobretodo no ir montando dramas, ni obligando a nadie a nada, que nos encanta ser las divas del dramatismo y sentirnos el ombligo del mundo a quien nadie quiere porque tiene a todo el planeta en contra y "lo mio es diferente" y blablabla... tonterías homofobas.
Como lo de "salir del armario". Para salir del armario tienes que haber estado dentro antes... Yo creo que si mis hermanos no tienen que decir que son hetero dando una charlita con lagrimitas y comprensión dramática... Yo tampoco. Ya que no soy ningún bicho raro al que tengan que aceptar. "mama soy geek" suena ridículo...
Yo lo resumo en un solo detalle, dejar de preocuparte por lo que digan los demás. Liberarte de esa carga. Esto no es pakistan, ni el congo. Aquí no te va a pasar nada grave porque la gente sepa lo que eres. Si, lo eres, y no, no lo puedes cambiar, por mucho que esperes... No se reconvierte uno en hetero.
Si esperas a los 40 años para salir terminaras a lo desesperado por los cuartos oscuros intentando ligar con jovencitos para "recuperar el tiempo perdido".
Y si me pones en situación de elegir, para mi, tampoco existen los bisexuales, ni las parejas cerradas, ni los matrimonios felices de mas de 3 años... pero vamos que tampoco creo que existan en los hetero. Creo que es una invención cristiana...
Mi madre la pobre se le calló el pelo cuando se enteró que me gustaban los osos maduros... Se creía que me estaban haciendo algo, comiéndome el coco o abusando de mi...
Si tienes que salir del armario es porque eres homofobo tu mismo.. Así mismo si quieres emular la vida heterosexual, también. Todo ese rollo que tienen algunos gays con decir que no son pasivos, o no son gays sino bisexuales, o querer casarse para aparentar normalidad o adoptar niños... es homofobia pura. Aunque ya digo, esos prejuicios los tienen hasta los heteros, aunque cada vez menos, me refiero a lo de querer que sus vidas sean una farsa de la bella durmiente de disney cuando es humanamente imposible...
Y cuando el cateto de turno te pregunte quien "hace de mujer" pues te ríes y ya esta... o cuando te hagan bromas sobre si eres gay y tal, pues te ríes y ya esta, o lo haces tu peor que seria mas positivo. En cambio si te enfrentas es cuando creas un problema y te alejas de la sociedad.... Aunque bueno yo siendo también asperger como que para mi lo de salir con heteros no tiene sentido y con la mayoría de gays tampoco... Porque siempre vas a ser el gay del grupo si sales con heteros (gracioso, ligon, puta... o raro a secas) y salir con gays es hablar de pollas... Auqneu bueno al final todos se te tiran encima, gays y heteros.. Esto es algo que nunca deja de sorprenderme...
Publicado por: Ivan De la Jara | jueves, junio 28, 2012 en 12:38
Precioso
Publicado por: Beatriz Valenzuela | jueves, junio 28, 2012 en 13:47
'vas a intentar superar con ellos esa situación que a ellos les parece el fin del mundo' ¿Que situacion? ¿la de ser gay? ¿vas a volver a ser hetero?
Publicado por: Jose Muñoz Perez | jueves, junio 28, 2012 en 16:45
Me ha llamado la atención el post y también el comentario de Ivan De la Jara...
Lo de la naturalidad desde el primer momento es un arma de doble filo. Yo siempre me lo he tomado con mucha naturalidad, y, de hecho, nunca he salido de un armario porque nunca he estado dentro: hice conscientes a las personas a mi alrededor de que era gay en el momento en que yo fuí consciente de ello, o más exactamente, en el momento en que descubrí ese concepto, esa palabra, y pude aplicármelo (o sea, siendo un crio).
Alguna vez, algún amigo gay (de los pocos que puedo tener, porque como es tan natural, no hay razón para entrar en "guetos"... he tardado mucho en darme cuenta de que lo que acabo de decir es una chorrada, y de que querer relacionarse con gente con algo en común no es malo) me ha escuchado decir esto y ha exclamado "¡qué suerte tienes!", como si por el hecho de no haber sentido un miedo previo a las dificultades de la "confesión", no hubiese sufrido esas dificultades...
Lo cierto es que yo lo veía con tantísima naturalidad que no concebía la posibilidad de que otros no lo viesen igual.
Yo no tuve que esperar para "salir del armario", pero eso implica que no estaba preparado para seguir estos pasos: no sabía que mis padres podrían rechazar la idea, y, por tanto, no era tan capaz de perdonar que lo hiciesen; cuando mi padre me dijo "hubiera sido mejor que no nos lo contases nunca" decidí no volver a sacar el tema; no tenía la madurez necesaria como para convertirme en el guía de una conversación con adultos...
A lo mejor, pasar un tiempo temiendo el que no sea tomado como algo natural (al menos mientras vivamos en una sociedad en la que existe la posibilidad muy real de que así sea) o incluso sin ser uno mismo capaz de sentir esa naturalidad, sea justamente lo que nos prepara para, en el momento adecuado (el de cada cual), enfrentarnos a las dificultades, no porque no nos las esperemos (como me ocurría a mí), sino porque, aún sabiendo que las vamos a pasar, no vamos a dejar que nos frenen.
Por ello, aunque yo no haya conocido encierro en ningún mueble, no juzgaré mal a nadie por salir del armario pasados los 20 o los 30 o los 40... o los 70, si ese es su momento.
Publicado por: A_Jurado | jueves, junio 28, 2012 en 17:27
¡Ah! Y respecto a esto:
>
1) Decir que la bisexualidad no existe sería ponerme en la misma posición de rechazo a lo que no entiendo que a veces llega a molestarme cuando me afecta más directamente (aunque lo del punto de tomármelo a guasa lo lleve bastante bien)
2) Lo de los matrimonios felices tras más de 3 años... No lo he probado (aún), pero espero que te equivoques: me haría ilusión compartir mi vida con alguien.
3) Si alguien adopta a un niño (o se casa) para "aparentar normalidad", desde luego, hace mal, pero no creo que el instinto paternal o maternal tenga nada (pero nada) que ver con la orientación sexual: es eso, un instinto (común)
Publicado por: A_Jurado | jueves, junio 28, 2012 en 18:02
(a esto no le gusta mi forma de citar..., pero bueno, me refería a algunas ideas vertidas también en el comentario de Ivan De la Jara)
Publicado por: A_Jurado | jueves, junio 28, 2012 en 18:04
Jesús, gracias por tu post. Sigo tu blog con asiduidad y esta entrada me ha emocionado... sobre todo por todo el trabajo que tengo aún que hacer. Un saludo.
Publicado por: LJOrozco | viernes, junio 29, 2012 en 05:21
Estimado Jesús:
Me ha parecido muy práctica tu entrada del blog. Tanto que la usaré en algún curso/clase...
Por otro lado me da mucha pena el post de Ivan de la Jara. Lamento no poder estar de acuerdo en casi nada. Pero seamos constructivos.
Por supuesto que cada salida del armario es distinta y especial y puede llegar a ser un drama dependiendo del entorno, si no se tiene la información adecuada.
¿Será lo mismo la salida del armario de un gay rural, de una hija única, de un bisexual padre de familia o de una mujer trans que trabaja en la policía, por ejemplo? evidentemente no. Los prejucios a derribar serán muy diferentes, por eso la información que necesitaran para combatir/educar también lo será.
Negar la bisexualidad y reivindicar el derecho a la normalidad de ser gay es un sinsentido... ¿Como tu eres gay, es normal, y como no eres bisexual... eso es una mentira? absurdo, compañero.
Y por último... eso de que querer casarse y/o adoptar es homofobia... Duro de oir y difícil de callar. Entiendo que alguien no tenga el mas mínimo interés en ejercer el derecho al matrimonio o el privilegio de la maternidad/paternidad pero si yo entiendo eso, tu deberías entender que que haya mucha gente que si quiera.
Tan mala es la ignorancia de la homofobia como el elitismo de la gayfilia (termino que me acabo de inventar para definir a quien cree que para ser un "buen homosexual" hay que ser hipermoderno, de pareja abierta, ateo, nacionalista, vegano y/o extremadamente alternativo entre otras muchas peculiaridades)
Ciñendo tanto el corsé de lo que debe ser una persona homosexual o de lo que no debe serlo solo fomentamos y colaboramos a dificultar la salida del armario de quienes no se ciñen a "nuestra fórmula"
Un saludo.
Publicado por: Franferher | lunes, julio 02, 2012 en 10:27
Me siento tan identificada con algunas partes de este post... me parece que los consejos para salir del armario son los más acertados, aunque muchos no los hemos llevado a cabo porque nos hemos dejado llevar por el momento. Aunque en mi caso fue muy fácil, pero es cierto que aún me quedan muchos armarios por romper, por desgracia. Pero gracias a ti descubrimos que la gente es muy tolerante, aunque no nos lo parezca.
Publicado por: GloriaBradshaw | lunes, julio 02, 2012 en 11:20
Al creador de este blog, le recomiendo viendo la calidad del mismo, crear una fan page que le sirva de apoyo. Visita la FanPage de Ufanbuilder en https://www.facebook.com/ufanbuilder
Yo tengo una web sobre nuevas tecnologias, un blog y una fan page de ufanbuilder y me ha servido muchisimo para aumentar el numero de visitas y en mi caso, de clientes. De hecho puedes echarle un vistazo
https://www.facebook.com/portal.baquia
Además lo puedes probar gratis durante 15 dias, vamos que no te gastas un duro y no tienes tampoco ningún compromiso. Pero creo que no se dará el caso ;)
Mucho éxito!!! y Un saludo!!
Publicado por: Saramoran4489 | lunes, julio 09, 2012 en 11:00
Muchos y sabios consejos que has dado.
En especial me apunto el de seguir sacando el tema, afortunadamente para mí, hace 2 semanas salí del armario con mi familia. Lo hice buscando el momento para decir "algo importante" y aunque sé que para mi madre fue un jarro de agua fría la reacción y todo lo que vino después no pudo ser mejor.
Ahora queda el tema de seguir normalizándolo porque desde ese día no se ha vuelto a nombrar.
Muchas gracias por los consejos.
Publicado por: Versi Color | jueves, julio 12, 2012 en 22:56