Esta década ha traído al mundo de la gastronomía novedades que seguiremos disfrutando durante muchos años, por ejemplo muchas nuevas denominaciones de origen y bodegas sin denominación que hacen unos vinos fantásticos. También la tendencia hacia platos más ligeros, con menos colesterol, o la fusión de distintos tipos de cocina como la japonesa y la peruana que lleva la cocina tradicional a nuevas alturas alejadas del tipismo. Creo que dentro de 10 años nos sorprenderá además que algún día en el pasado estuviese permitido fumar en los restaurantes.
Sin embargo cuando repaso mentalmente lo que esta década nos ha traído a nivel culinario no puedo quitarme de la cabeza los muchos atropellos y banalidades que se han popularizado en estos últimos 10 años y que ojalá desaparezcan pronto.
Las peores ideas que esta década nos ha dejado en gastronomía son, para mi:
- La gastronomía molecular y la cocina deconstruida. Las espumas, gelatinas y humos. Los deshidratados y la cocina de soplete. Ya existía antes, por supuesto, pero esta década ha santificado y ha hecho que una cocina de la que nadie podría subsistir si la comiese a diario se convierta en referente mundial. Se disfrazan como "avances" unos platos irrelevantes e insustanciales que se mantienen únicamente por el factor sorpresa y la atención mediática. No quiero una lasaña con las capas de pasta a un lado, el tomate al lado y la carne en un extremo. El sabor de la lasaña está precisamente en saber mezclar esos ingredientes y hacer que la suma sea mejor que los componentes. La maestría en la cocina se ve en los que consiguen hacer platos excepcionales con materiales humildes. Cuando los materiales son excepcionales ¿Qué mérito tiene el colocarlos en un plato y darle un nombre sugerente?
- Murales de botellas de vino retroiluminadas como decoración. Algo que podría dar un toque curioso se vuelve cansino cuando lo ves en todas partes, pero lo que es de llamar a la policía es cuando encima te sirven esas botellas de vino calentorro iluminadas por luz artificial durante semanas. Señores, hay un motivo por el que el vino se conserva en bodegas... la luz y el calor lo estropea.
- Vajillas imposibles. En algún lugar de la China profunda un operario debe de estar preguntándose si realmente alguien come en los platos que fabrica o son puramente decorativos. Un restaurante que se precie parece que ya no puede tener unos platos de toda la vida, no señor, hacen falta platos descomunales que no quepan en la mesa, platos de materiales extraños aunque se salga la salsa y sea imposible cortar en ellos, cubiertos resbaladizos imposibles de agarrar y copas de vino de formas extrañas que estropean la degustación del vino.
- Helados de sabores raros. Ya sólo quedan los dos extremos. O te ofrecen "vainilla, fresa y chocolate" o se van por sorbetes con sabor a "queso idiazábal, vino, mostaza o aceite de oliva". ¿Dónde quedan los helados de turrón, naranja o nata? No me cabe en la cabeza que a alguien le pueda gustar el helado de wasabi.
- Asientos sin respaldo y mesa comunal. De mis años de estudiante recuerdo los refectorios de la facultad con mesas corridas en plan nórdico. Jamás pude imaginarme que restaurantes de moda pudiesen incorporar en su decoración sillas tan altas que no puedes apoyar los pies en el suelo, taburetes sin respaldo que te destrozan la espalda o tener que cenar al lado de desconocidos como si fuese algo cool. El encarecimiento del espacio inmobiliario ha forzado a muchos restaurantes a estas medidas extremas... espero que el final de la burbuja y la caída de los precios de los locales acabe con esta idea del diablo.
- El tiramisú que trajo un invierno nuclear a las cartas de postres. Da igual que vayas a un restaurante vasco, japonés o francés. El tiramisú arrasa en las cartas y es el único postre decente muchas veces. Tiramisú is the new Tarta al Whiskey. Me encanta el Tiramisú, por supuesto, soy fan, pero me preocupa que su popularidad arrase con la diversidad biológica en los postres.
- Las mezclas salado/dulce, frío/caliente. Ya sabes a lo que me refiero, esos platos de solomillo con chocolate, fresas en tempura, salmorejo de ciruelas o frutas empanadas. Hombre, una vez como novedad está bien... pero prefiero el solomillo con foie, las fresas con helado de naranja, el salmorejo con tomate y la fruta en macedonia. La mezcla y la sorpresa tienen un shock value que me recuerda al arte de los 70s, no envejece bien y te preguntas "¿pero qué les pasaba? ¿qué se habían fumado?"
- Restaurantes que sólo ofrecen Menú Degustación. Tiene encanto llegar a una casa de comidas y comer el plato del día. Dejarse llevar. Tiene encanto cuando te cuesta barato, claro. Pero si me van a cobrar un pastizal... ¿Qué quieres que te diga? ¿Se lo podían currar un poco no? Ofrecerme al menos 2 ó 3 carnes y 2 ó 3 pescados... A un restaurante le sale mucho más económico servir un único menú degustación, lo entiendo, pero que sirvan un único menú y sean los más caros del pueblo ya me siento un poco estafado. Para comer lentejas ya me quedo en casa, gracias.
- El chef como über-celibrity. ¿Esos chefs que hoy están en un debate en la tele, mañana se van a dar un curso a Kyoto, pasado inauguran una galería de arte en Nueva York con sus creaciones, al otro día lanzan una línea de helados, abren un hotel rural o rehacen la carta de una línea aérea... cuándo encuentran tiempo para cocinar en su restaurante? Vivimos unos tiempos curiosos en los que ya parece que todos somos una marca, las personas se vuelven conceptos. Me encantan los chefs que escriben libros (de cocina, quiero decir) y los que hablan y enseñan sus cocinas y sus platos, pero me da mala espina los que van de filósofos... y encima cocinan mal.
- Las servilletas de papel. Que una cafetería te sirva un sandwich con servilletas de papel es entendible, que un restaurante de copete te ponga en una mesa sin mantel y con servilletas de papel es de juzgado de guardia. Tengo un gran respeto a las humildes casas de comidas que dan un tremendo menú del día con servilletas de papel, pero los restaurantes de nivel que te ponen precios de altura y servilletas de papel se merecen un boicot.
Si me lee algún cocinero no me cabe duda que incluiría en esta lista de novedades de la década a "listillos que se creen críticos gastronómicos" y seguramente tengan razón :) Sin duda uno de los grandes cambios de esta década para los restaurantes ha sido internet. Hoy puedes descubrir cómo son los grandes restaurantes y ver fotos de sus platos antes de ir. Miles de expertos anónimos sin apoyos mediáticos escriben con precisión y humor sobre cocina, restaurantes, platos y experiencias. Internet ha permitido que cualquiera con un blog pueda opinar o y que yo pueda subir mis sitios 5 estrellas a 11870.com.
Haz comparado a la incursión japonesa con la peruana? XD que orgullo.
Como esto siga así vamos a nombrar a Gastón Acurio héroe nacional
Publicado por: Luis Dillon | miércoles, diciembre 23, 2009 en 11:02
Buenisimo... (carajo... soy yo sólo o me ha entrado hambre?)
Publicado por: Sonsoleso. | miércoles, diciembre 23, 2009 en 11:14
¿Parece que todos somos una marca o realmente nos hemos convertido ya en una?
Publicado por: JFA | miércoles, diciembre 23, 2009 en 11:16
Hombre,la deconstrucción bien hecha, al menos las que yo he probado, me parecen geniales. Y los helados de sabores raros, me parecen apasionantes. Pero, por ejemplo, un helado de vainilla de verdad, eso tampoco existe. Por supuesto, todo esto es opinión pura y gusto de cada uno. Sobre el resto, casi todo tiene una gran razón.
Publicado por: Gonzalo Martín | miércoles, diciembre 23, 2009 en 11:17
Con los vinos yo me he encontrado con una situación opuesta: Me han servido un Marqués de Cáceres Gran Reserva recién sacadito de la nevera, a 5°C al menos. Y el camarero todavía se sorprendía cuando le decía que el vino estaba helado.
En general estoy muy de acuerdo con tus observaciones, y en el tema de los postres, bien es cierto que hacen falta más clásicos, y sobre todo, más fruta del tiempo y postres caseros.
Publicado por: Carlos Paramio | miércoles, diciembre 23, 2009 en 11:18
1. La maestría en la cocina se ve en los que consiguen hacer platos excepcionales con materiales humildes.
Mirese una receta de un plato "molecular" y vera que lleva menos ingredientes que un plato de fabada.
Ademas los ingredientes raros se llevan usando años en la industria alimentaria. Agar agar (gelatinas de frutas), xantana (mayonesa light), etc
4-7. Combinaciones "extrañas" tradicionales :
-After Eigh inglest: Menta y chocolate
-Perdices con chocolate en Girona
-TODA la cocina asiatica (Coco con chiles, gengibre, azucar de caña, nam pla de pescado, etc)
Todas buscan balance desde los extremos.
8. No vaya. No son para usted. Fuera los museos de arte moderno porque a mi no me gusta Miro ni Mondrian...
Open your mind
Publicado por: Escoffierez | miércoles, diciembre 23, 2009 en 11:29
Carambanos a mi también me ha entrado un hambre al leer el artículo de cuidado.
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!!
Publicado por: Grajan | miércoles, diciembre 23, 2009 en 12:02
Menudo post! Van a entrar en tromba todos los cocineros moleculares a ponerte a parir y los críticos gastronómicos que has dejado en evidencia tras años de deshacerse en elogios de cocina absurda, souffles de la nada
Pero Santi Santamaría te va a poner un piso, eso sí. Espero que Adria, Arola o tantos dilettantes no tengan tiempo de leerte
Publicado por: Lamia Ushia | miércoles, diciembre 23, 2009 en 12:02
Muy interesante, el post. En el Chicago Tribune sacaron hace unos meses una lista parecida: http://www.chicagotribune.com/entertainment/dining/chi-091021-worst-dining-trends-pictures,0,5192606.photogallery
Coincidís en lo de las mesas comunales y la cocina molecular. No tengo la suerte de haber probado cocina molecular, pero no creo que haya nada de malo en ella. Creo que cuanto más opciones tengas mejor. Quien quiera cocina de toda la vida, no va a tener problemas en encontrarla ;)
Por cierto, sé que es ponerme tiquismiquis, pero la década acaba el año que viene. Aún tienes un año para buscar más modas que criticar ;)
Publicado por: Javier Yohn Planells | miércoles, diciembre 23, 2009 en 12:14
Jajaja no sólo me ha encantado el post, sino que lo corroboro 100%. Hay gente que tiene poa idea de restauración y otra que en su empeño por ser original se pasa 7 pueblos.
Un saludo.
Publicado por: Perséfone | miércoles, diciembre 23, 2009 en 12:14
No estoy de acuerdo en varios de los puntos, pero has estado sembrado en este post. ¡Bravo!
Publicado por: Eduardo Villuendas | miércoles, diciembre 23, 2009 en 12:34
De acuerdo en muchos puntos, sobre todo en el 10, que me suele tocar bastante las narices. Un restaurante que se precie necesita unos buenos manteles y servilletas. Basta de tirar celulosa a nuestros ríos y mares.
Discrepo con los puntos 4 (yo he tomado un helado de wasabi delicioso!) y 7 (¡¡los contrastes son el alma de la gastronomía!!)
Gracias por el post :)
Publicado por: caye | miércoles, diciembre 23, 2009 en 12:54
Muy buen articulo!
Publicado por: Anacostia | miércoles, diciembre 23, 2009 en 13:09
Estoy de acuerdo en todos los puntos, excepto en el 7. Como dice caye, los contrastes son el alma de la gastronomía y algo que personalmente me encanta.
Publicado por: Iván Campos - Yonococino | miércoles, diciembre 23, 2009 en 13:15
Hola Jesús:
Buen post, te recomiendo estos dos videos de Leo Harlem que están en la línea de lo que comentas.
http://www.youtube.com/watch?v=i0s9kXwALz0
http://www.youtube.com/watch?v=I-2E9zREN18
Saludos
Publicado por: Fernando Lopez Fernández | miércoles, diciembre 23, 2009 en 13:23
Bueno,
Para mi la peor idea ha sido este post. Lo siento, pero debo decirlo.
Creo que te limitas en la critica fácil y sin "miga". Decir que la comida del punto 1 es una lasaña que te presentan cada ingrediente por un lado es algo tan sumamente simple que de verdad, te invito cualquier dia a comer en un buen restaurante, no en los de imitación, en uno de verdad, por ejemplo en Quique Dacosta Restaurante... bueno, mejor invita tu, que seguro que andas mejor de pelas que yo.
En fin, esto es como todo. Uno que no sabe de pisos que se meta a hablar sobre construcción y otro que no sabe de gastronomía se ponga a hablar de gastronomía.
Conclusión, de que política todos sabemos, menos el político.
Publicado por: Daniel | miércoles, diciembre 23, 2009 en 14:15
No puedo estar más de acuerdo, Jesús. Que la década que empieza nos traiga de nuevo el culto al género de calidad.
Publicado por: Juan Burgos | miércoles, diciembre 23, 2009 en 14:16
Todavía me estoy descojonando con lo del tiramisú por lo cierto que es ...
Publicado por: Diego | miércoles, diciembre 23, 2009 en 17:11
Jajaja yo la verdad no tenia ni idea de muchas cosas gastronomicas que se han dado este año, pero algunas me resultan absurdas y otras un tanto curiosas.
Publicado por: IdeasMX | miércoles, diciembre 23, 2009 en 18:35
donde esté una buena porra (variante malagueña del salmorejo9 con su aceite de oliva jamón picado y huevo duro sobre una rebanada de pan cateto tostado que se quiten todas las modernidades
Publicado por: carlos | miércoles, diciembre 23, 2009 en 19:30
Vaya, me lo he pasado en grande leyendo a carcajada limpia. Muy ocurrentes casi todas las observaciones.
Y a ver, para los que no les ha parecido bien la crítica subyacente a este post, tengo que decirles que no han entendido la idea!
Jesús no ha dicho que -por ejemplo- sean malos los helados de wasabi (lo ha dicho?). Ha expresado su SORPRESA de que a alguien se le ocurra COMERCIALIZAR helados de wasabi u otras originalidades, antes que helado de vainilla que se sabe que a todos (casi todos) nos encanta. Y aún peor, como dice él, al extremo que cuesta encontrar postres tradicionales. Eso es lo que critica! no que a alguien le guste el helado de wasabi :S
Para el que no lo haya entendido todavía: Jesús estaba criticando que de algo "original" se haya hecho una MODA.
Claro que pueden haber (y han de haber) restaurantes que experimenten, restaurantes y locales diferentes, etc. Pero que los restaurantes de "caché" se hayan acogido a las "excentricidades" (perdón, "innovaciones") para "no quedarse atrás en el negocio"... es algo cuanto menos sospechoso. Sospechoso precisamente de falta de originalidad copiar los que unos pocos iniciaron. Y dejarse llevar por lo "cool" en lugar de por lo "sabroso".
Por otra parte ya lo sabemos: los humanos somos así... uno inventa, otro millar lo copia, y otro millón se lo come ;)
Muy divertido!
Un saludo,
SERGI
Publicado por: sergi | miércoles, diciembre 23, 2009 en 20:23
Gran post, sí, señor. El punto de los murales de botellas retroalimentados me ha llegado al alma. Hace poco pusieron uno en el Illumbe de Alcobendas, donde suelo comer, y le quitaron la gracia tabernera que tenía el local. Qué pena.
Un post sobre este post:
http://www.antigourmet.com/2009/12/23/jesus-encinar-antigourmet-de-oro-y-brillantes/
Publicado por: Antigourmet | miércoles, diciembre 23, 2009 en 21:28
Me parece un post extraño y casi diría que panfletario. Cuando uno quiere comer para alimentarse (es decir, lo que hacemos todos los seres humanos todos los días del año en el primer mundo), tiene diversas opciones: cocinar en casa con ingredientes frescos, ir al DÍA y comprar un plato ultrapreparado y mil veces más asqueroso que cualquier cocina molecular, o ir a un restaurante a comer el menú del día por 10 euros. Ese no es ni ha sido nunca el objetivo de la alta cocina, mucho menos de la cocina molecular. Pedro Subijana no es simplemente un "cocinero": es cocinero, investigador y artista. Conozco profesionales del ramo que en sus menús del día ofrecen a sus clientes menús tradicionales de cuchara y tenedor que, sin embargo, han disfrutado enormemente cuando han visitado alguno de los restaurantes de los grandes cocineros del país (Akelarre, el de Ruscalleda, etc.) Cuando uno va a Akelarre, no va a comer como el que se come un bocata de jamón; incluso es posible que haya quien se quede con hambre. Uno va a experimentar con la comida, a descubrir cosas nuevas, a saber que con ingredientes sencillísimos y con una buena dosis de imaginación se pueden crear nuevas texturas, sabores.... Y como dicen por ahí, si no te gustan los restaurantes que sólo sirven menú degustación, pues no vayas. Es muy sencillo. España está plagado de todo tipo de restaurantes para todo tipo de personas.
Y lo digo yo, que cocino todos los días en mi casa y soy amante de la cocina "casera". Pero reconozco que si mañana mismo me invitaran a comer donde Subijana, Dacosta o Ruscalleda, me haría una ilusión tremenda poder conocer de cerca y experimentar el trabajo de esos profesionales.
Publicado por: A. | miércoles, diciembre 23, 2009 en 21:34
Y creo que tampoco hay que confundir la alta cocina con lo "cool" ni con las "modas". En Chueca hace años se puso de moda servir ensaladas de lechugas de colores con gelatina de colores por encima y uvas pasas y clavar 18 euros por el plato. A eso yo lo llamo vulgaridad, y si eso es lo que criticas en el post, bravo por ello. Pero eso no es cocina moclecular ni nueva cocina ni nada que se le parezca: es, llana y simplemente un auténtico timo que funciona porque (a) la gente pica, y (b) una parte importante de la gente que no sabe cocinar tampoco sabe, lógicamente, comer y están dispuestos a pagar lo que sea por unas lechugas de colores con rulo de cabra por encima.
No confundamos las cosas: dentro de la cocina moderna y la cocina molecular hay profesionales como la copa de un pino que han abierto mundos y más mundos de posibilidades y sólo por eso se merecen un respeto.
Ah: y lo de Santi Santamaría también tiene su buena dosis de "pose". Como todo.
Publicado por: A. | miércoles, diciembre 23, 2009 en 22:41
Jeje, a mí me ha gustado el post, aunque muchas de las cosas que criticas ni las he llegado a probar. :D
Por cierto, qué hambre...
Publicado por: dani | miércoles, diciembre 23, 2009 en 23:51
pues a mi me "carga" que:
1) me cobren el cubierto por sentarme en la mesa y no me ofrezcan la opción de comer con palillos
2) me cobren 2 euros por medio litro de agua, equivalente a 4 euros/litro. Alguien les ha dicho que cobran por el agua un 300% más de lo que vale la gasolina que la extraen, la refinan, la transportan, la distribuyen y la sirven? Cuando ya lo hacen en ciudades donde el agua de grifales se puede beber ya es de juzgado de guardia
en fin...
ah, se me olvidaba... y qué decir de esos entrecote con sabor a dorada porque en la plancha de la cocina mezcla olores y sabores?
Publicado por: dm | jueves, diciembre 24, 2009 en 00:16
no puedo estar más de acuerdo contigo, como es habitual. Sólo dos apreciaciones:
- creo que vas mucho a restaurantes de un determinado tipo, quizá das demasiada importancia a la decoración del local. en el 11870 verás restaurantes más 'tradicionales' donde todas esas 'tonterías' no existen, verás otras, sin embargo...
- a partir de 30€ el comensal, no recuerdo restaurante que me haya puesto servilletas de papel, eso sí que es de juzgado de guardía
gracias por las guías 10!!!!
Publicado por: joe | jueves, diciembre 24, 2009 en 10:22
Querido Jesús, como cocinero y restaurador que soy no puedo sino felicitarte por tu columna ya que has resumido en pocas líneas el chorradeo gastronómico que nos invade por doquier. Como tienes sentido crítico eres capaz de percibir la enorme cantidad de paridas que se perpetran a diario en restaurantes pretenciosos y que devaluan a todo el sector porque son estafas. Te garantizo que todos los profesionales compartimos tu punto de vista y que cuando salimos a comer de verdad o cenar con nuestros amigos vamos a sitios "de siempre" porque esa cocina es la realmente complicada de ejecutar. Las pariditas las hace cualquiera, pero unas buenas lentejas, sabrosas pero sin grasa y en su punto.... eso si exige saber de cocina. Yo de todas mis incursiones en restaurantes de Autor sólo recuerdo haberme impresionado en dos lugares y con dos platos... el resto basura. Un abrazo y gracias de verdad por esta maravillosa síntesis que publicas y que pienso enmarcar y colgar en mi restaurante. Feliz Dia a todos
Publicado por: Paco Martin | jueves, diciembre 24, 2009 en 12:15
Me ha gustado mucho el post. No he probado la gastronomía molecular ni los helados de sabores raros, pero estoy de acuerdo contigo. Especialmente en el punto 10, lo de las servilletas de papel en determinados restaurantes, está totalmente fuera de lugar.
Publicado por: Mar Martínez | jueves, diciembre 24, 2009 en 16:18
¡Lo queremos como categorías para 11870.com!
Feliz Navidad.
Publicado por: marcos | jueves, diciembre 24, 2009 en 17:41
Hacía tiempo que no me reía tanto con un post... ;)
Publicado por: Roberto | viernes, diciembre 25, 2009 en 03:45
Suscribo todas menos la 10, me es lo mismo la materia de la servilleta, con tal que me valga para limpiarme la boca.
Publicado por: Felix Maocho | viernes, diciembre 25, 2009 en 18:40
Bueno, creo que es como en todos los rubros, si hablamos de internet, tal vez esto también fracase;
http://internetyempresas.es/programando-para-google-2010/2009/12/
Publicado por: Fernando | sábado, diciembre 26, 2009 en 10:09
Feliz año a todas y todos.
Con el deseo que el discurso único se termine y recuperemos una creatividad respetuosa con la biodiversidad cultural. No será facil pero és posible .
Publicado por: santi santamaria | domingo, diciembre 27, 2009 en 09:58
Estoy de acuerdo en la mayoría de los puntos del post, pero además creo que la mejor crítica es visitar asiduamente y llevar a nuestros amigos a aquellos restaurantes donde nos cuidan con su gastronomía -incluída la innovadora- y servicio, y la peor sería no volver donde no lo hagan. Seguro que un restaurante vacío no es muy copiado. Todos conocemos casos de restaurantes que abren con mucha alharaca y cierran al terminar su moda, gracias a críticos desconocidos como nosotros que abonamos la cuenta al terminar y volvemos o no en función de la calidad.
Publicado por: Sylvia | domingo, diciembre 27, 2009 en 11:47
Os dejo un enlace en Youtube que caricaturiza a Ferrán Adriá.
http://www.youtube.com/watch?v=KQPG7rgFK6w
Publicado por: Javial | domingo, diciembre 27, 2009 en 13:45
Si te fijas detalladamente los aspectos que criticas son más bien hosteleros y no gastronómicos. Digamos que vas al 50% y por lo tanto no se puede hablar de "peores ideas en gastronomía" sino en restaurantes.
Por lo demás, hay muchos críticos que estarán de acuerdo contigo.
Me pregunto en qué restaurante de nivel has visto servilletas de papel...
Publicado por: Francisco Miranda | domingo, diciembre 27, 2009 en 17:35
brillante, brillante, brillante... especialmente el tema de las vajillas imposibles!!!
Publicado por: ale | lunes, diciembre 28, 2009 en 15:39
Lo de las botellas iluminadas calentorras es d elo peor. Lo de las servilletas de papel, pues no tanto. El resto, tienes más razón que un santo. Aunque tú más bien eres el rey Midas, jejeje.
Publicado por: emilio del | lunes, diciembre 28, 2009 en 19:39
En algún lugar de la China profunda... Ese sitio es donde se hace TODO a 0,1 € y luego se vende a 10 en Europa, y encima pensamos que lo compramos barato..
Publicado por: mondarino | martes, diciembre 29, 2009 en 03:38
Enorme post, Jesús. Totalmente de acuerdo con el error de elevar a "arte" la deconstrucción de la cocina tradicional.
Desde mis tiempos de estudiante tengo un gran aprecio por los restaurantes chinos, primero por su magnifica relación calidad-precio, pero sobre todo por el valor añadido de poder comer con mantel y servilleta de tela. Además de poder tomar tiramisú de postre.
Publicado por: Jesús | miércoles, diciembre 30, 2009 en 08:12
Jesús, personalmente opino que habría sido mucho más constructivo e interesante escribr un post titulado "Las 10 mejores ideas que esta década ha dejado en gastronomía".
Un saludo
Publicado por: Alejandro | miércoles, diciembre 30, 2009 en 13:29
Les recuerdo señores que esta década ha sido la primera vez que todas las miradas han estado posadas en nuestra cocina y nuestros cocineros y no ha sido precisamente por los potajes, las lentejas o los tiramisús.
La envidia y la cerrazón son palpables en este caso.
Publicado por: Jose | miércoles, diciembre 30, 2009 en 17:05
Quitando el punto 1, ya que me encanta ese tipo de cocina, coincido en muchos puntos, sobre todo en lo del vino en lugares extra-iluminados y por supuesto lo de las servilletas de papel.
Feliz año!
Publicado por: Fernando | miércoles, diciembre 30, 2009 en 17:16
Jesús, enhorabuena por el post. Ha creado un interesante debate y merece todos los elogios.
A mi hay muchas cosas que me parecen demagógicas pero está claro que son tus sentimientos y los respeto totalmente.
Probablemente yo forme parte de uno de esos "listillos que se creen críticos gastronómicos" ya que en mi blog damos una opinión de nuestra experiencia en diferentes restaurantes. Sinceramente, sólo lo hacemos para que nuestros lectores sepan lo que se van a encontrar y no por jugar a ser Capel o Maribona (por poner dos ejemplos) con los que nadie quiere competir ya que sería imposible llegar a su altura, por otra parte, merecida por un trabajo avalado durante muchos años de experiencia (y creo que los creadores de muchos blogs gastronómicos me darán la razón)
Sólo quiero comentar que es una década en la que España ha alcanzado un reconocimiento mundial y absoluto de su cocina y eso se debe, en cierta medida, al desarrollo de técnicas nuevas como las que practica Adriá, Arola, David Muñoz, Dani García o Quique Dacosta, por poner algunos ejemplos que conozco.
Por último, también quiero darte la razón en muchas cosas de las que escribes tales como el punto 5, 6,8,9 y 10 que las comparto totalmente.
Por cierto, independientemente de todo, mi restaurante favorito de Madrid sigue siendo Santcelony y el segundo, La Terraza del Casino de Madrid con una cocina absolutamente diferente. Mucha gente dirá que no tengo ni idea de cocina porque me pase esto pero yo creo que no es tan extraño que suceda. No son lugares para comer todos los días pero a algunos aficionados a este mundo, nos gusta vivir de vez en cuando completas experiencias entorno a la cocina y no sólo comer/cenar.
Un saludo y feliz año!
Publicado por: monthy | sábado, enero 02, 2010 en 17:44
Cuanta razón! Aunque directamente ya no frecuento este tipo de restaurantes raros.
Un saludo.
Publicado por: frankeinas | miércoles, enero 06, 2010 en 15:19
bueno, bueno, ¿y que me dices de los restaurantes en los que entre plato y plato te dejan los cubiertos en la mesa?
El tenedor y el cuchillo embadurnado encima del mantel (a veces incluso sobre el mantel de tela), es antiestético, antihigienico y antitodo.
Publicado por: urbano | martes, enero 12, 2010 en 00:50
tenemos mucho que aprender
Publicado por: manuel | jueves, febrero 04, 2010 en 11:05
Y que me dices de los listos que han creado un portal inmobiliario y se creen en derecho de opinar sobre todo. Cuando tiene tiempo para dedicarse a su negocio?
Perdón, no es esto lo que has criticado de los cocineros estrella.
Jesús dedícate a lo tuyo que te estás perdiendo.
Has atacado a un sector del que demuestras no tener ni idea.
Publicado por: Marcos | martes, febrero 09, 2010 en 18:26