Me impresionan las historias de grandes éxitos que acaban en desastre. Esta mañana comentaba con un amigo una historia que leí hace años sobre el caso de IBM en 1990:
Imagina por un momento que eres John Akers, CEO de IBM en 1990. Ponte en su lugar.
Durante la última década, tu compañía ha ganado entre 8.000 y 9.000 millones de dólares al año. Por comparar, General Electric, la compañía más rentable del mundo, ganó poco más de 8.000 millones 7 años después.
IBM ha ganado en 1990 más de 10.000 millones de beneficios. Ninguna otra compañía jamás en la historia de la humanidad había ganado tanto dinero en un año.
No sólo gestionas la compañía más rentable del mundo. Tienes también la marca más valiosa. IBM es la empresa más admirada según todos los estudios. Cuando se pregunta a los graduados de las mejores universidades del mundo dónde quieren trabajar, IBM siempre es número 1.
Pero entonces, oh John Akers, dios se te aparece como a Moisés:
“Ven, John, sube a la montaña. Quiero enseñarte tu destino. Los Mainframes están acabados. El PC es el futuro. Si no haces cambios drásticos tus beneficios en 1991 serán nulos, en 1992 perderás 9.000 millones de dólares, otros 9.000 en 1993 y otros 5.000 en 1994. En los próximos años vas a perder 23.000 millones de dólares. Oh IBM, vas a perder más dinero del que ninguna otra compañía perdió jamás en la historia del capitalismo”
“Ven, John, hijo mío. Ahora que lo sabes tienes que bajar de la montaña y hablar a los 420.000 empleados que trabajan en la empresa más admirada del mundo, un equipo que ha tenido una década de continuos éxitos y el mejor año que ninguna compañía tuvo nunca. Tienes que convencerles que a pesar de las apariencias todo va fatal y tienen que cambiar”
¿Podría alguien haber evitado el desastre? Me fascina cómo el éxito gigantesco puede ser, al mismo tiempo, una gran atadura que impide el reconocimiento de la situación, el cambio y la adaptación.
La historia está sacada de Building Wealth, un libro de Lester Thurow. La foto es de Houdini.
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buen post.
¿Con esto intentas poner encima de la mesa el hecho de que, a pesar de que todo el mundo sabía lo que se nos venía encima... a ver quién era el guapo que le ponía el cascabel al gato?
Publicado por: Sonsoles C | miércoles, febrero 04, 2009 en 16:54
No hay mayor lastre que el éxito... ;)
Publicado por: Roberto | miércoles, febrero 04, 2009 en 18:28
Más o menos lo mismo podría decirse de Kodak, reina indiscutible de la fotografía analógica, y que no fue capaz ni siquiera de atisbar la velocidad de cambio a la fotografía digital. Hoy ya no existe mas que como una marca residual...
Parece que el éxito, como casi todo en la vida, hay que disfrutarlo en dosis prudentes.
Publicado por: Joaquín | miércoles, febrero 04, 2009 en 22:59
Esto a mi me recuerda a Atari, a la Relojería suiza, así sucesivamente. eso es algo muy típico a mi opinión del ciclo de vida de muchos productos. O innovas o te mueres. Muy buen post.
Publicado por: Juan José Vélez Rodríguez | miércoles, febrero 04, 2009 en 23:20
después de leer el (genial) post y los comentarios, a mi lo que me cuesta es encontrar una gran empresa que haya sabido triunfar primero con una cosa y luego adaptarse a otra con igual éxito.
no estoy segura de si cuenta Nokia (madera -> móviles) o Polaroid (cristales polarizados -> fotografía instantánea -> algún que otro aparato electrónico de entretenimiento)...
por cierto, mola "Building Wealth"? o es el típico libro de autoayuda americano sobre "cómo hacerte rico"?
Publicado por: Ana Belén Ramón | jueves, febrero 05, 2009 en 00:53
Ana Belen.
Yo si tengo una empresa que se ha ido adaptando.
La iglesia! :)
Oye, vendiendo lo mismo desde hace 2000 años, cómo han ido sabiendo moverse entre el exito, el superéxito y el menos éxito.
Publicado por: Sonsoles C | jueves, febrero 05, 2009 en 10:32
Para mi el comienzo del fin se produce cuando se empieza a dedicar mas energía a intentar destruir a tu competencia que a intentar hacer mejor tus productos.
¿Puede alguien evitar eso?, si, siempre y cuando consiga que la gente dedique mas esfuerzo a intentar hacer bien las cosas que a intentar machacar a otro
Publicado por: JJ | jueves, febrero 05, 2009 en 11:28
Totalmente de acuerdo llego un momento en que en IBM se creian los reyes del hardware (especialmente con los mainframes) y con su software propietario en donde ambos componentes tenian precios excesavimanete costosos y sin competencia en la época habia que pagarles lo que pidieran.
Publicado por: Marcelo | viernes, febrero 06, 2009 en 03:29
Bueno, Jesús, como sabes la historia no termina así, IBM se ha reinventado y sigue siendo el Gigante Azul si bien no se parece en nada al que dejó Akers...
Muy buen post,
**Rodolfo**
Publicado por: Rodolfo Carpintier | sábado, febrero 07, 2009 en 20:34