¿Cómo empezar un enlace? ¿Qué tono verbal utilizar? ¿Qué persona?
Una de las maneras más fáciles y sutiles de mejorar una experiencia web es utilizar bien los verbos en los enlaces. Con un poquito de cuidado se mejora mucho. Mis tres consejos:
Habla de un "yo" a un "tú". Evita la primera persona para referirte al usuario.
Pocas cosas resultan más confusas que páginas que para mostrar herramientas de interacción hablan de "mi cuenta" en vez de "tu cuenta".
No tiene lógica que una empresa al hablar de si misma utilice el enlace "quiénes somos" o te diga que "necesitamos que apruebes nuestras normas de uso" y después te ofrezca el "acceso a mi cuenta" en primera persona. En ese caso, si tanto la empresa como el usuario utilizan la primera persona ¿Quién es el "yo", la web o el usuario?. Es una confusión molesta, como una falta ortográfica.
La empresa es la empresa. Tú eres tú. La comunicación se basa en un mensaje de un yo a un tú distinto. Los medios de comunicación y los periodistas, a la hora de referirse a si mismos, utilizan un "nosotros" o un "yo". El lector es siempre un "tú", un "usted", un "vosotros" o un "ustedes". Estamos acostumbrados a este paradigma. Es un genérico. Un estándar. Utilizar la primera persona para herramientas de personalización confunde más de lo que aclara.
mi cuenta -> tu cuenta
mis datos -> tus datos
mis favoritos -> tus favoritos
Cuidado con el imperativo. No más de una vez por página
El usuario que llega a tu página tiende a hacer lo que los enlaces le dicen que tiene que hacer. Si un enlace de quinta importancia dice "introduce tu código postal", un porcentaje alto de usuarios van y lo hacen. Nuestra sicología nos hace sentirnos cómodos cuando hacemos lo que nos dicen. Incómodos cuando desobedecemos.
El problema surge cuando entras en una página y un enlace dice "busca", otro "envía a un amigo", otro "pincha aquí", otro "apúntate" y un quinto "introduce tu código postal". Entonces ¿qué orden cumplir? Es como vivir en una familia disfuncional donde cada padre dice una cosa.
Las páginas que abusan del imperativo son más incómodas porque no sabes qué hacer cuando llegas a ellas, o peor, porque haces lo que la página te dice y el resultado no es el esperado. A menudo es mucho mejor un tono impersonal o el infinitivo. Piensa en tu página y busca los imperativos que hay en ella. ¿Qué ocurre si un usuario hace directamente lo que esos imperativos dicen nada más llegar a tu página?
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Evita verbos innecesarios de invitación a la acción
Todos tendemos a pecar de exceso de cortesía al nombrar los enlaces. Parece que fuese más elegante mostrar un enlace como una opción. "Si quieres puedes hacer tal o cual cosa...".
El problema es que ese tipo de muletilla hace los enlaces innecesariamente largos y entorpece la legibilidad de una frase al alargarla inútilmente. Cualquier enlace es siempre una opción y el usuario hace lo que quiere, pero lo importante es mostrarle la opción lo más claramente posible. Evita todas esas muletillas de "ver...", "puedes...", "en este enlace...".
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