El despacho de Hitler, a finales de los años 30, en la cancillería que construyó Albert Speer en Berlin. La cancillería fue totalmente destruida por las bombas soviéticas. Hoy en su lugar hay un jardín y un parking.
Foto del catálogo de la exposición "En Guerra" del CCCB, Centro de Cultura Contemporanea de Barcelona.
El despacho de Gandhi en su Ashram, tal como se conserva hoy en día.
Foto del libro "Indian Interiors" de Taschen.
¿Y la foto de tu despacho?
;-)
Publicado por: Lawrence Schimel | lunes, julio 17, 2006 en 17:34
Es significativo :-)
Pero la asociación fácil lleva a pensar que austeridad=bueno y lujo=malo. Sin embargo, me da que el "despacho" de Osama bin Laden está más cerca del de Ghandi que del de Hitler.
La misma paradoja se da con los lamas del Tibet, tradicionalmente asociados a la espiritualidad, la paz y la tolerancia, pero que hasta mediados del s.XX tenían prohibida la imprenta y la rueda :-P
Publicado por: Javier Cañada | lunes, julio 17, 2006 en 23:11
No creo que debamos idealizar el Tibet y su historia solo porque ahora esten invadidis por China. Los lamas, cuando mantenian el poder, no eran corderitos
Publicado por: DByN | martes, julio 18, 2006 en 16:03
La gracia de esta metáfora visual la tiene la explicación (rollo usabilista-filosófico;) que le da Jesús Encinar, jeje. A mí me gusta.
Publicado por: Marga R. | miércoles, julio 19, 2006 en 12:36
Speer dotó a la Arquitectura del Reich de un interés absoluto. No debemos despreciar el interés estético, el poder de la escala, el ritmo, la escenografía y el color del Reich por su asociación con Hitler.
Por otro lado, la casa-oficina de Gandhi es un lugar especial también. Y el centro de visitantes, junto a la casa original, es extraordinario. Obra de Charles Correa. Arquitectura, Arquitectura.
Publicado por: Miguel Guitart | sábado, julio 22, 2006 en 20:18