Suele decirse que una cultura tiene, para un concepto dado, más palabras cuánto más importante es ese concepto para su vida diaria, es la teoría del relativismo lingüistico desarrollada por Benjamin Whorf
El domingo me contaba Lorenzo que los romanos tenían, por ejemplo, 3 palabras para decir "beso":
- Osculum, beso de amistad, en la mejilla
- Basium, beso de afecto, en los labios
- Suavium, beso pasional, en la boca, reservado a los amantes y las prostitutas
¿Cómo hemos podido perder estos significados? ¿En qué lugar del camino se quedaron?
¿Será que los besos son hoy menos importantes?
Y aún más sorprendente, ¿Cómo podemos tener una sola palabra, "amor", para tanta variedad de afectos, sentimientos tan distintos?
A veces pienso que todo es un malentendido, que "amor" no es un sentimiento sino una figura del lenguaje, un recurso literario: aliteración, elipsis, metáfora, epíteto.
No es justo que un post tan hermoso quede sin ningún comentario, sin respuesta.
Tal vez sólo tengamos un nombre para designar al "amor" porque no sepamos bien qué es, y a dónde nos lleva. Sólo sabemos que cuando lo perdemos nada vuelve a ser lo mismo.
Tal vez le tengamos tanto miedo, que nos baste un sólo sustantivo para referirnos a él, como si de una clase de indescifrable superstición se tratase.
Gracias, Jesús.
Publicado por: Jorge | lunes, octubre 02, 2006 en 23:27