=====
Update 24 febrero 2022
Finalmente, casi 4 años después de que se publicase este artículo y llevarlo a tribunales la Justicia ha condenado a El Confidencial demostrando que la noticia era falsa. Analía Plaza finalmente condenada.
=====
Update 17 diciembre 2018
Analía Plaza, la misma freelance que escribió el artículo en El Confidencial, ha escrito un nuevo artículo sobre el tema, esta vez en El Diario, con una perspectiva totalmente distinta. Al leer la noticia se ve claramente que ni mi hermano ni yo controlábamos las propiedades de MDS ni teníamos nada que ver en su gestión.
La misma freelance se desmiente a si misma en otro artículo demostrando que el artículo sobre nosotros era falso.
=====
El Confidencial publicó el lunes 19 de marzo un artículo firmado por Analía Plaza sobre mi hermano Fernando y sobre mi más falso que una moneda de chocolate. Desde el mismo momento de la publicación del artículo no hemos parado de recibir insultos y amenazas de todo tipo en Twitter. Más abajo, como botón de muestra, pongo algunos tweets para mostrar el tono bronco de la reacción. He preferido escribir este post largo y detallado para poder contar la relación que hemos tenido con El Confidencial y señalar las muchas mentiras del artículo de Analía Plaza, la freelance que ha escrito el artículo. No es la primera vez que leo noticias inventadas en El Confidencial pero en esta ocasión, conociendo de primera mano la realidad, no quiero dejarlo pasar. En cierta forma siento que yo también he sido co-responsable de este periodismo de fake news por no haberlo denunciado antes, incluso haber sido anunciante durante tantos años. Si nadie se molesta en denunciar las noticias falsas y miramos para otro lado, acabaremos viviendo en sociedades donde cualquier manipulación sea posible. Esta vez no lo voy a dejar pasar, a pesar que muchos amigos me recomiendan no responder a El Confidencial. Hay que plantar cara al abuso.
Empezamos a anunciarnos y aportar contenidos inmobiliarios a El Confidencial en mayo de 2010, en lo peor de la crisis y hemos mantenido nuestra inversión mes a mes durante casi 8 años. Hemos pagado a El Confidencial más de 600.000 euros y además hemos escrito para ellos multitud de artículos sobre inmobiliaria, mantuvimos el foro de vivienda, les dimos exclusivas sobre el sector inmobiliario, etc. Siempre hubo una relación cordial y de respeto entre los equipos. Durante nuestra relación con El Confidencial era habitual que nos considerasen fuente de información fiable y esperada. En muchos artículos de vivienda de los últimos años es fácil encontrar la opinión de idealista.
En diciembre de 2017 El Confidencial nos dejó claro que o pagábamos más para 2018 o daban por concluida la relación. Idealista aportaba a El Confidencial tráfico y contenidos de manera gratuita mientras que El Confidencial aportaba a Idealista cada vez menos tráfico. Aún así querían subirnos el precio. Para nosotros no era sostenible un acuerdo con resultados cada vez peores y más caro. Así se lo comunicamos y decidieron por su parte terminar la colaboración.
¿Se abstuvo El Confidencial de publicar artículos sobre Idealista durante los años que fuimos anunciantes? Para nada. En 2015 por ejemplo, publicaron la noticia de la venta de Idealista a Apax Partners en tono crítico e inventándose directamente la valoración, 150 millones de euros. Este dato falso sacado de la chistera y que otros muchos medios recogieron fue una invención del periodista. Años después al hacerse los números públicos se pudo comprobar que era una noticia totalmente falsa. Nunca publicaron una rectificación. Un año después volvieron a dar otra noticia mezclando churras con merinas, asumiendo increíblemente que todo dividendo que paga una compañía es para los gestores. En esta ocasión hablamos con ellos para aclararles los datos, pero no corrigieron el artículo falso.
Siempre he entendido que es parte de las reglas del juego que un medio publique noticias que pueden gustar o no gustar a sus anunciantes. Lo que me parece inaceptable y cruza todas las líneas rojas es que El Confidencial se despache con un artículo lleno de insinuaciones y mentiras a renglón seguido de terminar una relación comercial de 8 años. Eso no es periodismo, es otra cosa.
El artículo publicado recientemente por Analía Plaza (pdf) está hecho a base de datos falsos e insinuaciones despreciables para crear la ficción de que nos aprovechamos de la situación de necesidad de muchos inquilinos. De colofón ponen un titular que intenta dañar nuestra credibilidad como fuente fiable del sector para hacernos parecer "desalmados inversores":
El artículo hace una recorrido totalmente inventado de lo que según ella ha sido mi actividad.
En 2015 varios accionistas de Idealista me pidieron dar liquidez a sus acciones. Después de un proceso de búsqueda de un nuevo socio encontramos a Apax Partners que compró el 100% de las acciones. El día de la venta mi socio César Oteiza (no sé por qué el Confidencial escribe siempre mal su nombre o le ignora al hablar de los fundadores de Idealista), mi hermano Fernando y yo reinvertimos en Idealista una gran parte del dinero recibido. Algo normal en las operaciones donde participa un Private Equity, donde es raro que un fondo invierta en una compañía y permita a los gestores hacer liquidez e irse. Cualquier inversor lo sabe. Pero Analía Plaza prefiere hacer creer que hicimos gran caja en vez de mantener la inversión en nuestra compañía. El artículo añade además la ofensa que aquello se hizo "sin tributar" que de nuevo es una falsedad puesto que Fernando, César y yo pagamos todos los impuestos que nos correspondía, como es lógico y normal.
Lejos de tener en liquidez de 24,5 millones como Analía Plaza da a entender (siempre conviene dudar de cualquier número que da El Confidencial), y directamente en contra del titular de El Confidencial de "El Imperio post-Idealista", la mayor parte de mi patrimonio sigue estando en Idealista donde sigo trabajando al 100%. No hay ningún imperio y no tengo ninguna realidad post-Idealista. Trabajo todos los días en Idealista. Nunca tuvimos el 42% del capital ni sé a qué se refiere con "se hizo con el 9% de Idealista a través de su otra sociedad".
Gabriel Duaso es un emprendedor que montó un fondo con otros inversores para comprar pisos. Nos invitó a Fernando y a mi a ser accionistas pero francamente no vimos la necesidad. En ese momento pensamos que para invertir en pisos podíamos hacerlo sin necesidad de asociarnos con nadie. Compramos, por nuestra cuenta, varios pisos que reformamos con todo detalle invirtiendo en torno a 700 euros/m2 en la reforma. En una conversación con Duaso, cuando su fondo lleva ya bastantes pisos comprados, me dice que le está yendo bien y que le gustaría encontrar financiación para comprar más pisos. Los bancos no daban hipotecas a inversores. Yo le cuento que los bancos no están pagando nada por la liquidez en cuenta corriente. Gabriel me explica que él está dispuesto a pagar una rentabilidad de un 4% por un préstamo que no consigue. Es una rentabilidad baja para una inversión pero para un préstamo con una garantía hipotecaria es un buen interés. Está más seguro el dinero prestado a un 4% con garantía hipotecaria que parado en el banco sin rentabilidad y sin garantía. Finalmente firmamos dos créditos por un total de 684.000 euros en los que MDS aporta como garantía hipotecaria los pisos que tiene comprados, viviendas que ni necesito ver ni tengo tiempo, simplemente aporta la tasación. En contra de lo que dice la periodista nosotros no "empezamos a dar préstamos para los pisos que compra MDS". MDS ya tenía los pisos comprados meses o años antes con el capital que habían aportado sus inversores. ¿A alguien se le ocurre que se puedan comprar 130 pisos con 684.000 euros? ¿Quién vende pisos a 5.000 euros? Se hace un préstamo y se aportan como garantía hipotecaria unas propiedades. Exactamente lo mismo que diariamente se firma en cientos de notarías de España con los bancos. Ahí termina todo en mi relación con MDS.
Adler, la sociedad de Duaso, accionista en MDS, para otra operación que hicimos juntos que no tiene nada que ver con MDS sino con con otro negocio de Gabriel, me otorgó un poder para un tema administrativo de una firma. Analía Plaza ve que tengo un poder (eso es lo que significa ser "apoderado") y hace el triple salto mortal con cabriola de decir que "Adler Ameise está bajo el poder de decisión de Jesús Encinar". ¿Nadie en El Confidencial sabe cómo funcionan las empresas o no se leyeron el artículo antes de publicarlo?
Un poder es una herramienta habitual en las empresas. En algunas compañías tengo una persona apoderada para poder ir a recoger cartas de correos por ejemplo o para firmar en un contrato que me pilla de viaje. ¿Significa que esos apoderados tienen la empresa "bajo su poder de decisión"? Cualquier persona junior puede tener un poder de una sociedad. Con un mínimo conocimiento de cómo funcionan las compañías y los poderes sabes que ser apoderado sólo te permite hacer lo que el poder expresa. Hay empresas con miles de apoderados para mil temas distintos.
Analía Plaza da a entender que Gabriel Duaso trabaja para nosotros en un "¡entramado!" y que poco a poco va comprando pisos que nosotros le financiamos. No puede ser más falso. Gabriel Duaso es un emprendedor que ve una oportunidad, arriesga su tiempo, su dinero y se dedica con muchos desvelos y energía a desarrollar su negocio para crear empleo y riqueza. La freelance casi da a entender que era un testaferro, no puede ser más falso. ¡Qué manera de desacreditar el trabajo de los empresarios impúnemente! Ya hace años que El Confidencial tiene una línea editorial de echar mierda sobre muchos emprendedores que intentan hace su negocio.
Analía Plaza, tras dar la versión inventada que MDS está bajo nuestro control porque le hemos hecho un préstamo, se dedica a describir el mundo de los alquileres baratos de Madrid. Horror. ¡Ese mundo es culpa de los Encinar! ¡Crucifícalos! Ya de paso que nos culpe también de la muerte de Manolete y comernos niños crudos. Miles de lectores de El Confidencial leen esas mentiras, las creen, asumen que soy una especie de casero explotador que intenta ocultarse detrás de testaferros y sociedades pantalla mientras se aprovecha de la miseria ajena. Ahí un ejército de clons sin cerebro empieza a insultarnos en Twitter.
MDS es una sociedad que se dedica a comprar pisos y alquilarlos. Ni mi hermano Fernando ni yo hemos tenido nunca nada que ver en la gestión MDS ni tenemos ningún poder que nos dé la menor relación con MDS. No es nuestro negocio. Todo el artículo está basado en una suposición falsa.
A continuación Analía Plaza afirma que "La mitad venían de una ampliación de capital de 2.270.000 euros de junio de 2015 (fecha de la venta de Idealista)". Esto también es mentira. Idealista comunicó a finales de julio (no junio) de 2015 la intención de venta. No se firmó y cerró la transacción hasta septiembre, una vez obtenidos los permisos de la CNMC, es decir, 3 meses después de lo que Analía Plaza señala. Pero en ese tuttifrutti de artículo todo da igual. El caso es dar muchos nombres, muchos números, muchas fechas, intentar llegar a la credibilidad por acumulación o coincidencia. Si los datos ni encajan da igual. Da igual si son ciertos o no, se retuercen y listo. Ni yo mismo sé lo que está diciendo! Su estrategia es: Difama mucho que algo queda. Pon muchos datos aunque no tengan ni pies ni cabeza, el lector pensará que está todo muy bien investigado aunque no lo entienda. El artículo está lleno de muchas más falsedades e invenciones de las que aquí señalo pero que no merece la pena entrar en detalle una a una, se haría un post aún mucho más largo.
Para mi lo más fuerte de todo es que la sociedad sobre la que Analía Plaza escribe todo su artículo se vendió el pasado jueves 15 de marzo. Cuando publica el reportaje el lunes 19 ya nada de lo que cuenta es verdad y lo sabe. Gabriel Duaso, después de muchos meses de negociación, encontró un inversor que le compraba la sociedad. Ese jueves se pagaron los créditos puntualmente, se levantaron las hipotecas, se vendió la sociedad y sus accionistas recuperaron su capital.
Analía Plaza, contactó con todos los que conocía y que tenían relación con el fondo: Gabriel y numerosos accionistas. Ninguno le devolvió la llamada. Se puso en contacto con nosotros, bajo el falso pretexto de que estaba realizando un reportaje sobre MDS y no sobre nosotros. Mi hermano Fernando le llamó de vuelta, el jueves 15 a mediodía tras la venta, cuando ya nuestra relación con MDS estaba disuelta. Fernando explicó en detalle todo esta operación, le contó cuál había sido nuestra posición de simples financiadores en MDS y que no podía darle más información de la operación de compraventa que confirmarle que se había ejecutado esa misma mañana. Le dejo claro, y que podía recogerlo y publicarlo así, que ni él ni yo teníamos ya nada que ver con MDS y que se había dado un préstamo sin ningún tipo de participación en la sociedad. Eso no la impidió decir en el artículo sin enrojecerse:
Cuando Fernando llamó a Analía Plaza, le facilitó toda la información que necesitaba. Le pidió que dejase claro que ya se había terminado el préstamo. Tras la publicación del artículo Fernando flipó cuando leyó que Analía Plaza escribía que él no había aceptado hacer declaraciones. Cualquiera que conozca a Fernando y trabaje en un medio sabe que Fernando nunca declina dar su opinión o responder a preguntas de periodistas.
En el momento en que El Confidencial publica su noticia y sus tuits, siempre hablando en presente, saben perfectamente que no tenemos ya ninguna relación con MDS. A sabiendas que ni somos accionistas ni gestores y ya ni siquiera prestamistas nos atribuyen toda la gestión de MDS ¿Por qué? Estoy convencido que para desacreditar nuestra credibilidad y buen hacer como empresarios, dañar Idealista con lo que sea como fuente fiable del mercado y hacernos daño. En Idealista trabajan más de 500 personas, son muchas familias que dependen de la credibilidad de nuestra marca. No voy a dejar que una periodista sin profesionalidad con una noticia inventada mienta sin exigir una corrección.
Ni Fernando ni yo fundamos ninguna Socimi. MDS de hecho ni siquiera es una Socimi como Analía Plaza afirma, una prueba más del desconocimiento total de la periodista del mundo inmobiliario. No somos ni fundadores ni gestores de MDS, ni lo hemos sido nunca. No hemos gestionado ningún piso de esa empresa, no hemos comprado ni alquilado ni uno solo de los pisos que forman parte de su portfolio. No hemos tomado ni una sola decisión sobre MDS nunca porque ni podíamos ni queríamos. No hemos definido sus políticas de inversión. Nos daba igual qué rentabilidad ofrecían las viviendas que MDS compraba, ni dónde las compraba. No era nuestro negocio. Nunca supe si compraba bajos, estudios, terceros sin ascensor o áticos. Nuestra relación fue dar un crédito y redactar bien los contratos de préstamo. Punto. Cualquiera que sepa cuál es la posición de un prestamista sabe perfectamente que a diferencia de un gestor o un accionista, el prestamista simplemente presta y recibe sus intereses. Ahí acaba su intervención. Lo único que le concierne a un prestamista es que su préstamo se pague. Nunca quisimos estar involucrados. Tengo suficiente con mis propios negocios.
Analía Plaza da a entender que tras el crédito de MDS yo monto otras empresas para hacer lo mismo. Ahí empieza ya un delirio de datos que mezcla todo, pasado y presente y a cualquiera que pasaba por allí. Ni siquiera yo puedo seguir el hilo de lo que está diciendo.
La realidad es mucho más simple, tengo distintas sociedades para distintas inversiones inmobiliarias (bien lejos de los 130 que me asigna la periodista, que ninguno de esos es mío) que por ser su primer año de actividad aún no han tenido que presentar nada. Normal. De todo esto la periodista no sabe nada ni tiene por qué saberlo, pero le da igual, el caso es hablar en el patio de vecinos de lo que ella se imagina que hace el señor del quinto. No sabe de lo que está hablando y se lo inventa.
En los últimos párrafos del artículo se esconde una de las pocas verdades "Esta empresa posee al menos doce inmuebles en Madrid: tanto en distritos como Tetuán, Chamartín o Chamberí como en el sur, en Vallecas, Usera, Latina y Carabanchel. Cuando llamamos para preguntar por sus pisos, dicen que "vuelan en cuanto salen en Idealista".
Efectivamente, tengo con una sociedad varios pisos pequeños, bien reformados y preciosos en varios barrios de Madrid. Ni siquiera son los barrios que Analía Plaza indica. Todos son pisos que me llegaron por alertas de Idealista como a cualquier otro usuario. Siempre comprados con agencias, por cierto, porque tienen los precios más baratos. Al firmar en la notaría a veces me reconocen y les hace gracia vender al fundador de Idealista. Son pisos que reformo con arquitectos y un equipo de reformas para dejarlos impecables. Viví 25 años de alquiler y reformo los pisos como a mi me hubiesen gustado. Sólo tengo pisos en los que yo viviría. Los inquilinos están encantados. Mi forma de invertir es algo menos rentable que simplemente comprar y alquilar sin reformar porque hace falta más inversión y están unos meses vacíos, pero prefiero hacerlo así. Los que me conocen saben el valor que doy a que todo esté bien diseñado, soy incapaz de invertir en temas mal hechos. No tengo ningún piso cutre y por eso, efectivamente, se alquilan sin problema enseguida. Los anuncio sólo en Idealista y siempre con agencias locales. Nunca gestiono yo el alquiler porque no tendría tiempo de atender llamadas y enseñar los pisos. Parte de mi patrimonio lo tengo en viviendas porque es lo que entiendo. ¿Tan raro es que invierta en pisos? Así es por ejemplo como quedó uno de los últimos que reformamos, son más o menos todos igual, pequeños pero bien aprovechados.
Me sorprende que sea una noticia nacional para llevar a portada de El Confidencial que diera un préstamo a una empresa de amigos que se dedican a comprar pisos, sobre la que no tengo ningún poder, y que yo por mi cuenta también haya comprado varios pisos para reformarlos.
No se me ocurre otro motivo para un artículo tan agresivo contra nosotros que una respuesta de El Confidencial a dejar de ser clientes ¿Se habría publicado ese artículo si en enero hubiéramos aceptado la subida de tarifas?
¿Qué pasa ahora?
Hemos redactado con nuestros abogados un requerimiento de rectificación que hemos enviado esta mañana por burofax y conducto notarial a El Confidencial (pdf) para que corrija la noticia. Si no lo hace presentaremos una demanda, la primera que hago en mi vida. Analía Plaza con este artículo ha entrado sin profesionalidad a criticar la credibilidad de Idealista sin tener conocimientos básicos empresariales, financieros ni inmobiliarios.
A los lectores de El Confidencial les aconsejo que no se crean todo lo que leen en ese medio. Unos artículos son ciertos, otros no lo son y es difícil saber la diferencia. Esa es la trampa, si todos fuesen falsos sería fácil no leerlo. Lo que mucha gente sospecha sobre El Confidencial en mi caso es cierto. Publican noticias falsas sin confirmar nada, o incluso peor, ignorando lo que el afectado les dice. Es más fácil generar tráfico y notoriedad con noticias falsas que con las verdaderas. Tristemente un modelo de negocio con noticias falsas es más rentable que el periodismo de verdad con noticias contrastadas. Hacer noticias falsas es más barato y trae más tráfico. Un estudio reciente de dos investigadores del MIT publicado en la revista Science señalaba que las noticias falsas se difunden más rápido en redes sociales y se leen más porque son más divertidas y sorprendentes. Las noticias verdaderas dan menos tráfico porque son más comunes y están en más medios.
Seguramente a partir de ahora El Confidencial y Analía Plaza se obsesionarán aún más conmigo y con Idealista. En el futuro seguramente aparecerán, de nuevo en El Confidencial, artículos delirantes sobre mí o Idealista, así que tómalo con desconfianza, seguramente no será cierto. Cuanto más extravagante más probable que sea falso. Pero tampoco tendré tiempo de ir desmintiendo con tanto detalle cada locura que se les ocurra.
A los anunciantes de El Confidencial les aconsejo prudencia si quieren reducir su inversión. No reaccionan con deportividad.
A cualquiera que esté pensando en invertir en un modelo de negocio basado en el trabuco... yo no lo haría.
=====
Update 17 diciembre 2018
Analía Plaza, la misma freelance que escribió el artículo en El Confidencial, ha escrito un nuevo artículo sobre el tema, esta vez en El Diario, dando a conocer que el comprador es un multimillonario Israelí. Al leer la noticia se ve claramente que ni mi hermano ni yo controlábamos las propiedades de MDS ni teníamos nada que ver en su gestión. La misma freelance se desmiente a si misma en otro artículo demostrando que el artículo sobre nosotros era falso.